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El error de Rajoy, una silla rota y el enfado de Pastor con Felisuco

Pablo Iglesias,  Soraya Sáenz de Santamaría o Eduardo Madina también se han confundido en las votaciones de los presupuestos.

Pablo Iglesias,  Soraya Sáenz de Santamaría o Eduardo Madina también se han confundido en las votaciones de los presupuestos.
Felisuco con las patas de la silla. | EFE

Tras una mañana de largo y monótono debate de Presupuestos Generales del Estado en el Congreso de los Diputados, pasada la una del mediodía, llegaba el momento de las votaciones de las enmiendas en el que Mariano Rajoy y dos diputado de Ciudadanos, Toni Roldán y Félix Álvarez, Felisuco se han convertido en los grandes protagonistas.

El botón rojo

Tocaba votar una de las enmiendas que había pactado el Partido Popular con el diputado de Nueva Canarias, Pedro Quevedo, a cambio de su apoyo a los presupuestos. La presidenta del Congreso, Ana Pastor daba la orden y Mariano Rajoy apretaba el botón equivocado: el rojo.

El presidente del Gobierno votaba en contra de una enmienda que debía apoyar. Eso sí, la confusión del jefe del Ejecutivo no ha tenido consecuencias dado que Quevedo la había pactado también con los grupos de la oposición. Aplausos desde las demás bancadas mientras los populares se lo tomaban a broma con un Rajoy que no dejaba de sonreír.

Las bromas continuaban en el sector socialistahasta que han sido ellos los que se han confundido en la votación de otra de las enmiendas. Los aplausos y las broman cambiaban de bando.

Durante la votación de la tarde, Pablo Iglesias ha sido otro de los que se han confundido hasta en un par de ocasiones apoyando las cuentas de dos ministerios de Mariano Rajoy. Eduardo Madina o la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, también han presionado el botón equivocado en una jornada que ha durado más de diez horas.

La caída y la reprimenda

Pero la anécdota de la mañana la ha protagonizado el diputado de Ciudadanos Toni Roldán. En un momento de la votación, la silla de su escaño cedía y el representante naranja acababa en el suelo. Las carcajadas se desataban en la Cámara Baja mientras Felisuco abandonaba por un momento su papel como diputado por Cantabria y rememoraba su época de cómico televisivo mofándose de su compañero mientras enseñaba las patas de la silla al respetable.

"He pensado que era importante visualizar que en mi partido no sentimos ningún apego por los sillones", bromeaba a su salida Roldán.

A la que no le hacía tanta gracia era a la presidenta del Congreso, Ana Pastor, que llamaba al orden inmediatamente: "Señorías, esto no es un circo, con perdón de circo. Hagan el favor".

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