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El caso Valderas: ¿hecho aislado o estrategia de Díaz para dividir a la izquierda?

Los comunistas andaluces abrirán expediente disciplinario a Valderas si acepta ser Comisionado de la Memoria Histórica.

Los comunistas andaluces abrirán expediente disciplinario a Valderas si acepta ser Comisionado de la Memoria Histórica.
Susana Díaz y Diego Valderas | Cordon Press

La dirección del Partido Comunista de Andalucía (PCA), columna vertebral de Izquierda Unida en la región y pieza clave en la colaboración con Podemos, ha anunciado que abrirá un expediente disciplinario a Diego Valderas, comunista a día de hoy, si acepta la propuesta de la presidenta de la Junta, Susana Díaz, de ser nombrado comisionado para la Memoria Histórica, en la ley nombrada como Memoria Democrática. De hecho, ya le considera fuera del partido.

El PCA está en "absoluta disconformidad" con la oferta de Susana Díaz, que considera envenenada, y con el hecho de que Diego Valderas, que ha transitado vitalmente desde ser presidente del Parlamento andaluz con el apoyo del PP a ser vicepresidente de la Junta con José Antonio Griñán y Susana Díaz, haya aceptado el cargo, que será remunerado según ha confirmado la propia Junta.

En su comunicado, el comunismo andaluz dice que "Diego Valderas se está situando de manera voluntaria fuera de la política del PCA, pretendiendo causar daño a la imagen pública del partido y de IU. Genera confusión en la opinión pública sobre la posición de IU ante el Gobierno de Susana Díaz y trata de perjudicar el proceso de unidad popular en Andalucía que el Partido Comunista defiende".

El PCA considera que el cargo aceptado por Valderas, además, no es conforme a las exigencias de las organizaciones de la memoria histórica que existen en Andalucía, muchas de ellas controladas desde su propio aparato.

Valderas, que es miembro de su Comité Central y del Comité Federal del PCE, fue uno de los que más se significó en los calificativos contra la "traición" de Rosa Aguilar, exalcaldesa comunista de Córdoba que llegó a ser ministra del gobierno Zapatero y es actual Consejera de Cultura de la Junta tras aceptar en su día la propuesta de José Antonio Griñán y desempeñar un papel relevante en el PSOE andaluz.

Pero ahora, en el paro, sin empleo conocido y en vísperas de su jubilación, Valderas sigue el camino de Aguilar, razón por la cual ha sacado de sus casillas al comunismo andaluz, aliado con Podemos en una oposición sin cuartel, por ahora, hacia el PSOE de Andalucía.

La aceptación de Valderas ha sido confirmada por el propio PCA al reconocer que el ex coordinador de IU había mantenido una conversación con el secretario general del PCA, José Manuel Mariscal y que se la había comunicado que tal decisión era una falta de respeto al partido.

La Junta de Andalucía considera desproporcionada la reacción de los comunistas y de IU ante lo que afirma es una "propuesta noble y bienintencionada" para realzar la Ley de Memoria Histórica. De paso, dejó caer que el puesto de Valderas será remunerado.

Precisamente este es el punto pragmático al que se ha referido el PP andaluz que coincide en que la jugada es punta de lanza de una estrategia para lavar su imagen deteriorada por la ausencia de Susana Díaz del escenario andaluz y ha subrayado la "coincidencia" de la oferta con el fin del cobro de las cesantías por parte de Valderas. Por ello, defienden que, si va a ser Comisionado de la Memoria Histórica, no cobre un euro por su función haciendo que el cargo sea honorifico.

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