Si ayer fue la presidenta del PSOE, Cristina Narbona, quien asumido la posibilidad de que el 1 de octubre se instalen urnas en Cataluña, "puro y simple recuento sin ningún valor jurídico", hoy ha sido el PSC quien se ha unido a esa tesis.
El presidente del PSC y alcalde de Lérida, Àngel Ros, ha vaticinado que el referéndum de independencia que pretende convocar el Gobierno catalán para el 1 de octubre será "un tipo de consulta sin validez jurídica" y no un referéndum al uso. Pero será.
En una entrevista de Catalunya Ràdio este jueves recogida por Europa Press, Ros ha comparado el referéndum con la consulta del 9N -en la que dice que votó en blanco- pero ha matizado que para que se pueda considerar como referéndum éste debe ser legal y servir para "ratificar un pacto entre instituciones".
Preguntado por si el PSC multará a los alcaldes del partido que faciliten la celebración del referéndum mediante la cesión de locales municipales, Ros ha insistido en que el partido debe moverse dentro del marco legal y ha añadido que "no es el papel del partido multar" a nadie.
Sobre una posible inhabilitación del presidente de la Generalidad, Carles Puigdemont, por la convocatoria del referéndum, Ros ha valorado que ésta sería una situación "institucionalmente compleja a la que nadie quiere llegar" y ha vuelto a reclamar diálogo tras reprochar a Puigdemont que esté intentando hacer democracia sin diálogo.
Este miércoles, Narbona pidió a los catalanes que no legitimen con su participación un "simulacro" de referéndum que solo va a generar frustraciones, porque, aunque acudan a votar, su valor siempre será nulo. Pero dando por hecho que habrá urnas.