La masacre está demasiado reciente y los testimonios en cuarentena. Pero si en algo coincide el entorno de los terroristas es en que el imán de Ripoll, en Gerona, Abdelbaki Es Satty, empujó a los jóvenes de origen magrebí integrados en la sociedad a matar y morir en nombre de un dios. También lo han hecho los cuatro detenidos en la Audiencia Nacional. El juez Fernando Andreu ha enviado a dos de ellos a prisión incondicional, ha decretado libertad con medidas cautelares para el hermano de uno de los abatidos en Cambrils y ha prorrogado 72 horas el arresto del dueño del locutorio de Ripoll intervenido durante la tarde del martes.
Tal y como confirmaron los investigadores este lunes, el imán, presunto cerebro de los atentados, murió en la explosión de la vivienda de Alcanar (Tarragona) que la célula yihadista habría empleado como centro de las operaciones. Los terroristas trabajaban en la fabricación de explosivos combinados de TATP o triperóxido de triacetona –el compuesto que con más frecuencia utilizan los terroristas–con el gas de al menos 106 bombonas de butano. Su objetivo, un atentado de mayor envergadura en puntos neurálgicos de Barcelona como la Sagrada Familia.
Fuentes oficiales consideran que la célula está "desarticulada". Ocho de sus miembros han muerto. Cinco de ellos fueron abatidos por agentes en Cambrils después de que volcara el coche en el que viajaban –al parecer, para perpetrar otro atropello masivo y asesinar a cuchilladas al mayor número de personas. Antes, uno logró degollar a una mujer de Zaragoza que disfrutaba de sus vacaciones–. Unidades especiales han identificado a otros dos entre los restos de la vivienda de Alcanar. El octavo, Yunes Abouyaaqoub, es responsable directo de los asesinatos de 14 personas: las 13 víctimas del atropello en Las Ramblas y el joven acuchillado en el barrio universitario al que robó el coche para escapar.
Las fuerzas de seguridad abatieron este lunes al individuo de 22 años cuando se escondía en un viñedo en Subirats, en la misma provincia de Barcelona. Portaba varios cuchillos y un cinturón de explosivos falso. Según ha relatado un testigo, buscó ayuda en una vivienda de la zona donde residía hace unos meses una familia marroquí que desapareció sin dar noticias. Los vecinos han proporcionado detalles a los Mossos, que han peinado el escenario en las horas posteriores a la intervención. Aunque la célula esté desarticulada, no descartan que haya una red de colaboradores para dotar a los terroristas de apoyo logístico.
En este sentido, se han producido en las últimas horas dos detenciones en Marruecos. Uno fue vecino de Ripoll, la localidad gerundense donde residía la mayoría de los integrantes de la célula. El otro es primo de los hermanos Moussa –abatido en Cambrils– y Driss Oukabir. La indagación avanza en colaboración con los servicios de inteligencia de otros países como Francia –la fotografía de un radar demuestra que el Audi A3 que los terroristas utilizaron en Tarragona estuvo unos días antes en París– o Bélgica, donde permaneció el imán en un período previo a la masacre.
Diligencias abiertas
La investigación aterriza ahora en el Juzgado Central de Instrucción nº4 de la Audiencia Nacional que dirige Fernando Andreu. El magistrado ha practicado interrogatorios a los cuatro presuntos terroristas detenidos por su relación con los atentados. También han estado presentes en la Sala las representantes del Ministerio Público Ana Noé –designada– y Dolores Delgado –especialista en terrorismo yihadista–; el fiscal jefe de la Audiencia Jesús Alonso y el teniente fiscal Miguel Ángel Carballo.
Los arrestados han accedido a dependencias judiciales alrededor de las 08H, conducidos desde cuarteles de la Guardia Civil. Les han adjudicado un abogado de oficio y un traductor de árabe. Como ha ocurrido con los testigos sondeados, los cuatro han responsabilizado al imán Abdelbaki Es Satty de los ataques perpetrados en Barcelona y Cambrils. Al parecer, les dijo que se quería inmolar con explosivos, según fuentes jurídicas:
Driss Oukabir (prisión incondicional): Hermano de Moussa Oukabir, uno de los cinco terroristas abatidos en Cambrils. Los Mossos lo detuvieron después del atropello mortal de Las Ramblas en las inmediaciones de la comisaría de Ripoll (Gerona). Según su primera versión, iba a denunciar que su hermano le había robado la documentación para alquilar las furgonetas del ataque.
Ha modificado la declaración que prestó ante los Mossos. Según han fuentes jurídicas, Oukabir ha reconocido que él alquiló las furgonetas, entre ellas la que utilizó Abouyaaqoub para el atropello de Las Ramblas. Con un matiz: creía que se iban a emplear "para una mudanza".
Mohamed Aallaa (libertad con medidas cautelares): de 27 años. Detenido en Ripoll y hermano de Said Aalla, otro de los terroristas abatidos en Cambrils.
Salah El Karib (arresto prolongado): de 34 años. Regenta un locutorio en Ripoll y la Policía le relaciona con Driss Oukabir.
Mohamed Houli Chemlal (prisión incondicional): de 21 años, natural de Melilla. Resultó herido grave por la explosión el día 16 en el chalé de Alcanar (Tarragona) donde la célula planeaba los atentados desde hacía meses. Fue hospitalizado y permaneció ingresado más de 24 horas hasta su detención. Al parecer, es el único integrante de primer grado de la célula que sigue vivo, es decir, el único detenido que participó en la planificación intelectual de los ataques con el imán. Se enfrentaría a la pena más alta, la prisión permanente revisable, como cooperador necesario de las 15 muertes y de los asesinatos en grado de tentativa de todos los heridos.
Según fuentes presentes en el interrogatorio, Houli ha reconocido ante Fernando Andreu que la célula preparaba un "atentado mayor". Es la misma versión que prestó ante los Mossos. El individuo ha respondido a todas las preguntas formuladas, relacionadas con los hechos previos a los atentados de Barcelona. En algo más de una hora de comparecencia, el melillense de origen marroquí también ha ahondado en las relaciones entre los terroristas fallecidos y el papel de la vivienda en Alcanar. --ha explicado en su declaración ante la Audiencia Nacional que se salvó de morir en la explosión en Alcanar porque se encontraba en el porche de la casa, recogiendo los platos de la cena que había mantenido con otros integrantes de la célula
Este testimonio ha sido clave hasta el momento para el avance de la investigación. Resultará trascendente para averiguar cómo se produjo la radicalización de los jóvenes y si existen lazos con organizaciones como Estado Islámico. Era el único integrante de la célula al que no le unían lazos familiares con el resto. Según sus amigos, rapeaba y era uno de los más religiosos de los 12.
La Fiscalía de la Audiencia Nacional había solicitado el ingreso en prisión incondicional, incomunicada y sin fianza de los cuatro detenidos por integración en organización terrorista, asesinato, estragos y tenencia de explosivos.