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La presión a los ayuntamientos ante el 1-O marca el arranque de la Diada: "A ver si nos dejáis tranquilos"

Mientras Colau promete que hará "todo lo posible" para que se vote, la alcaldesa socialista de Hospitalet pide que les dejen "tranquilos". 

Mientras Colau promete que hará "todo lo posible" para que se vote, la alcaldesa socialista de Hospitalet pide que les dejen "tranquilos". 
La conversación de Colau, Marín y Puigdemont | EFE

El presidente de la Generalidad, Carles Puigdemont, ha conversado este lunes unos pocos minutos cara a cara con la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau (BComú), y la de Hospitalet de Llobregat, Núria Marín (PSC), quien le ha pedido que "deje tranquilos a los alcaldes", en alusión al referéndum del 1 de octubre.

Tras la ofrenda floral del presidente al monumento de Rafael Casanova, en Barcelona, junto a los consejeros de su Gobierno, Puigdemont ha coincidido a pie de calle a pocos metros del monumento con las alcaldesas de las dos principales ciudades catalanas. La cita se producía después de que el presidente catalán avalara la presión a los ayuntamientos que no apoyarán con locales públicos la celebración del referéndum.

"Miradles a los ojos y que os digan si os dejarán votar o no. Vosotros les pagáis y ellos os tienen que rendir cuentas. Esto no es una cuestión de izquierdas o derechas, del área metropolitana contra la Cataluña interior, de no sé cuántos apellidos, no os dejéis engañar", dijo el alcalde catalán en un acto organizado por la ANC después de que independentistas protagonizaran protestas en algunos de los ayuntamientos, como Barcelona, Lérida o Sabadell, reacios a apoyar el 1-O.

La charla de este lunes en el primer acto de la Diada ha durado cerca de dos minutos y se ha producido en un tono aparentemente distendido, pero a pesar de las sonrisas de los tres dirigentes, la alcaldesa socialista de L'Hospitalet ha advertido personalmente al presidente catalán sobre el 1-0, después de que su consistorio haya rechazado ceder espacios municipales para el referéndum. En esa conversación, Marín ha avisado al presidente catalán de que "deje tranquilos a los alcaldes", según ha confirmado a Efe la propia alcaldesa.

Colau sigue sin aclararse

Colau, también presente, ha manifestado ante la prensa que hará "todo lo posible" para que los barceloneses puedan votar el 1 de octubre, aunque sin poner en peligro la "seguridad de la institución y de los trabajadores" municipales. El pasado viernes pidió instrucciones a Puigdemont para ver cómo podía hacerlo posible. Este lunes, Colau ha evitado concretar cuál puede ser la solución para cumplir su compromiso de facilitar la votación del 1-O sin poner en peligro al Ayuntamiento y sus funcionarios.

"Es mi responsabilidad preservar la seguridad de la institución y de los trabajadores, y es mi obligación proteger y garantizar los derechos y libertades y la participación de todos los ciudadanos y permitir que puedan participar con absoluta normalidad en el 1-O", ha afirmado.

Además, ha llamado a participar en la celebración de la Diada como un día en que los catalanes reivindican de forma cívica alegre y determinada –ha dicho– "que se escuche a Cataluña por el derecho a decidir".

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