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El equilibrismo del PSOE en la cuerda floja del 155

Más allá de la petición de diálogo, los socialistas son incapaces de articular un discurso sobre los posibles mecanismos que debería aplicar Rajoy.

El PSOE está contra las cuerdas y su equilibrismo ha alcanzado cotas máximas. Defienden aplicar todos los instrumentos del Estado de derecho pero esquivan el 155. Critican al Gobierno por no haber evitado el referéndum, pero denuncian las cargas policiales. Y quieren abrir un diálogo para restablecer la normalidad en Cataluña pero no explican qué hay que hacer antes, durante o después de una posible declaración de independencia.

Las incoherencias se suman a las incógnitas sobre qué hará el PSOE en el caso de que el Gobierno de Mariano Rajoy opte por un instrumento del que esta tarde se hablará en el Palacio de la Moncloa a petición del líder de Ciudadanos, Albert Rivera: el artículo 155. Los socialistas prefieren aplicar el artículo 92 de la ley orgánica del Tribunal Constitucional para inhabilitar a Puigdemont que el 155 aunque públicamente esquivando una cuestión que les pone entre la espada y la pared, calculando hasta cuándo podrán defender su cacareado apoyo al Estado de derecho.

"¡Qué empeño con el 155!", dijo este lunes el secretario de Política Federal de la ejecutiva socialista, Patxi López, para quien"algunos creen que es el bálsamo de Fierabrás y otros creen que una bestia parda. Primero vamos a ver si en el Parlament efectivamente se hace una declaración de independencia y luego veremos qué instrumentos tiene el Estado de derecho". A estas alturas, el PSOE sigue echando balones fuera bajo el mantra de "no hablar sobre futuribles" cuando la situación en Cataluña ha rebasado toda expectativa posible.

En privado, en cambio, sí explican que el 155 "nadie sabe si permitiría convocar elecciones y dejaría la palabra en el Consejo de Comunidades Autónomas del Senado" frente al artículo 92 de la ley del TC que "es uno de los escenarios posibles". Una contradicción más en el seno de un PSOE que ahora critica la respuesta judicial –que antes defendía– pero pide volver a dejar en los jueces la respuesta del Estado.

Incoherencias como la respuesta a las cargas policiales que critican duramente y que motivará la petición de explicaciones y responsabilidades del ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, en el Congreso. Los socialistas solicitarán su respuesta esta semana para dejar claro su "profundo malestar con la imagen de violencia", mientras defienden al tiempo que el Gobierno debería haber utilizado todos los instrumentos del Estado de derecho para evitar el referéndum. Todas, menos las fuerzas del orden, se entiende.

"Tenemos un problema grave que no se resuelve ni con jueces ni con policías sino con diálogo, negociación y con política", es el mensaje de López con el que Pedro Sánchez acudirá este lunes por la tarde al Palacio de la Moncloa a despachar con un Mariano Rajoy al que hoy los socialistas acusan de "esconderse detrás de los jueces", de no haber sabido "actuar con inteligencia" sino con "impotencia e incapacidad" para impedir el referéndum en Cataluña.

"Ya es imperdonable que Rajoy se atrinchere en la Moncloa", dijo López a pocas horas del encuentro para "exigir, no pedir" un diálogo para lograr una solución política sin renunciar a Carles Puigdemont como interlocutor político. "No vamos a renunciar a la concordia, convivencia y democracia. Exigimos a Rajoy que cumpla con esa obligación". Críticas al presidente del Gobierno que sólo esconden el equilibrismo de un PSOE que sigue estrechando la mano del Gobierno pero no sabe cómo argumentar por qué siguen haciéndolo.

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