Tras la publicación de su carta semanal, en la que hablaba de la "calculada inmoralidad" de los separatistas y "la inaceptable ilegalidad" del referéndum ilegal, el arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, ha hablado en Es la Tarde de Dieter de la posición de la Iglesia ante el problema más grave al que se enfrenta España en las últimas décadas.
El arzobispo se ha mostrado a favor del diálogo, pero no el diálogo "a cualquier costa" o que en realidad sea un "chantaje". "Preocupado" e "indignado" ante los últimos acontecimientos, ha censurado algunos comportamientos de sacerdotes vistos en Cataluña: "Yo siento que haya habido sacerdotes y algún obispo que se hayan permitido todas estas cosas". En su opinión, "eso es tomar partido", al margen del "mensaje universal del Evangelio".
Preguntado por Dieter Brandau por la polémica nota de la Conferencia Episcopal llamando al diálogo y situándose en una posición equidistante entre los que se saltan la ley y los que la defienden, Sanz Montes ha explicado que se habló durante largo rato sobre el contenido del comunicado pero que no se recogieron todas las "aportaciones", entre ellas la suya.
Aunque aprueba la apelación al diálogo, en opinión de Sanz Montes la nota era "insuficiente" y le faltaba "precisión". Por ese motivo, "algunos obispos no hemos dudado en conceder entrevistas para decir lo que tiene que ser escuchado".
Ha negado en cualquier caso que haya una ruptura en el seno de la Iglesia: "En lo básico", ha apuntado, "somos una piña". "Tenemos diferencias en la forma de enfocar los temas pero no hasta el punto de una ruptura", ha manifestado.
Sobre el enfado de muchos católicos con la Iglesia por su postura ante el tema catalán y el comportamiento de algunos sacerdotes, el arzobispo ha precisado que él sólo tiene jurisdicción en Asturias: "En Cataluña, si los pastores no intervienen o lo hacen tarde o mal, a ellos habrá que pedirles responsabilidades".
Ha añadido que "penalizar a la Iglesia" no marcando la X en la declaración de la renta le parece "desproporcionado e injusto": las asignaciones, ha dicho, permiten "llevar adelante los proyectos sociales que dignifican nuestra historia".