Es el último escenario que desean los socialistas. "Hay que dar todos los pasos para intentar evitar el artículo 155", explicaba ayer un miembro de la dirección ejecutiva federal en los pasillos de la cámara baja. Pero son conscientes de que este instrumento constitucional podría llegar y buscan ya la fórmula de descafeinar una herramienta que, si bien "se ha demonizado", podría conllevar un enorme coste para los socialistas en general y para el PSC en particular.
Es por ello por lo que los socialistas se han movido entre equilibrios constantes en las últimas semanas evitando las hipótesis y los futuribles... evitando mentar la bicha que ya está en boca de todos. La cuestión es cómo minimizar los efectos del 155, como lograr un 155 "blando" que suponga el "mal menor".
La fórmula es la del "155 quirúrgico", según explican las fuentes socialistas consultadas por Libertad Digital. Una operación que "no supusiera ni la suspensión de la autonomía ni la sustracción de competencias de la comunidad autónoma" sino "única y exclusivamente la convocatoria de elecciones".
Sería un 155 "light o descafeinado" emulando la fórmula solicitada por el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, y que "permitiría al estado asumir la competencia exclusiva que confiere el Estatut al presidente catalán para convocar a las urnas". Una medida instrumental con la que los socialistas aspiran a poder justificar ante su parroquia que "no ha quedado más remedio" ante la vulneración flagrante de la legalidad por parte del Gobierno catalán.
Las citadas fuentes explican así que "el PSOE se va a mojar como ha hecho siempre" pero que hay que "minimizar los efectos" aunque todavía mantienen un halo de esperanza en que se produzca algún movimiento por parte del presidente catalán, Carles Puigdemont, "que está sometido a muchas tensiones en un escenario muy complejo" y que les lleva a ser "ciertamente escépticos".