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Moncloa alerta de una "aguda desaceleración" en Cataluña y da una "oportunidad" a Puigdemont

"No voy a anticipar medidas que no tienen por qué adoptarse si Puigdemont coge el guante", contesta Santamaría sobre el artículo 155.

"No voy a anticipar medidas que no tienen por qué adoptarse si Puigdemont coge el guante", contesta Santamaría sobre el artículo 155.
Santamaría, este viernes, al término del Consejo de Ministros.

El Ejecutivo oscureció sus previsiones económicas por culpa del golpe separatista y advirtió de que la Generalidad está creando "todas las condiciones para sumir a Cataluña en una aguda desaceleración" e incluso en una "recesión". Un aviso que sirvió a la vicepresidenta para exigir a Carles Puigdemont que vuelva al marco de la legalidad. Algo que pasaría, a su juicio, porque contestara al requerimiento proclamando que "no" declaró la independencia. "Está en su mano evitar actuaciones posteriores", subrayó Soraya Sáenz de Santamaría al término del Consejo de Ministros.

Mariano Rajoy requiere un "no" sin ambigüedades de Puigdemont. Si tal extremo no se produce antes de las 10:00h del próximo lunes, el Ejecutivo le dará de plazo hasta las 10:00h del jueves 19 para rectificar y restaurar el orden constitucional. "Tiene un margen amplio y un fin de semana, con puente de por medio, de reflexión", destacó la vicepresidenta. Fuentes de la Moncloa quisieron dejar claro que, en caso de que el líder catalán se limite a enviar sus palabras ante el Parlamento autonómico, se aplicará el artículo 155 de la Constitución.

"Estamos dando una oportunidad a Puigdemont", resumió Santamaría, que este viernes recuperó las funciones de portavoz del Gobierno debido a la ausencia de Íñigo Méndez de Vigo por motivos familiares. Si acepta la oferta, la vicepresidenta señaló al Congreso de los Diputados, y en concreto a la comisión que en breve echará a andar sobre la reforma de la Constitución, para que los independentistas puedan plantear sus demandas. Lo repitió prácticamente en cada una de sus respuestas a los periodistas. "Esos son los mediadores, los 350 diputados", afirmó. "La democracia en España se ejerce en el Congreso y en el Senado de la nación", remató.

Así, la vicepresidenta recuperó la idea del diálogo dentro de la ley, aunque se afanó en especificar que dicha negociación tendría que darse en la Cámara Baja y no en la Moncloa entre Rajoy y Puigdemont. "Es en el Congreso donde puede comparecer y opinar", añadió. "Nada es inmutable, todo se puede hablar, desde el respeto a las reglas democráticas y a los derechos de los ciudadanos. Esa es la única condición y el único requisito", aseveró Santamaría.

Sin detalles sobre el plan de Rajoy

Lo que no quiso la número dos del gabinete fue aclarar qué medidas adoptará el Gobierno en caso de que la respuesta del presidente catalán no sea un "no" rotundo. Los informadores le preguntaron en varias ocasiones al respecto pero ella evitó las concreciones más allá de confirmar la aplicación del 155. "Vamos paso a paso. Estamos en el momento del primer requerimiento", expuso. "No voy a anticipar medidas que no tienen por qué adoptarse si Puigdemont coge el guante, vuelve al orden constitucional y acepta el diálogo", añadió. "No vamos a hablar de medidas", contestó una vez más.

En este sentido, un "pesimista" Rafael Hernando no descartó otras acciones paralelas al 155. "Hay que iniciar toda una serie de medidas que no pasan solo por el 155", según avanzó el portavoz del Grupo Popular en una entrevista en Antena3. Un extremo que no desmintió la vicepresidenta pese a que evitó pillarse los dedos. Según fuentes gubernamentales, Hacienda no tiene previsto devolver a la Generalidad el control de las cuentas aunque haya un giro en la actitud de sus responsables.

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