Ciudadanos se quedó prácticamente solo -sólo obtuvo el apoyo de UPN- en el Congreso de los Diputados a la hora de defender su iniciativa en contra del adoctrinamiento en las aulas y para proteger, hasta con el anonimato, a aquellos que denuncien estas prácticas. El PP presentó una enmienda al texto que "solo quiere descafeinar nuestra propuesta", indicó Toni Cantó, por lo que su partido las rechazó. Así las cosas, los populares, muy molestos, decidieron abstenerse y no apoyar la moción de los naranja. Tampoco el PSOE ni Unidos Podemos, que votaron en contra.
El documento del PP planteaba reforzar las competencias de la Alta Inspección Educativa, pero desde Ciudadanos subrayaron que solo pretendía "descafeinar" su propuesta, que es "muy sencilla y clara" porque busca "proteger a los menores". Asimismo, censuraron que los populares quisieran eliminar uno de los puntos "fundamentales" de su moción, como es la protección del denunciante. "No podemos aceptarlo", señalaron antes de que diera comienzo el debate en el pleno de la Cámara Baja.
El voto del PP era decisivo porque, al no estar presentes en el Pleno los nueve diputados de ERC, la moción podía salir adelante sin necesidad de más apoyo. Dicho de otra manera, la moción no salió adelante porque el PP no quiso apoyarla. Si bien, desde la dirección popular culparon a Ciudadanos de lo ocurrido. "No han aceptado nuestra enmienda porque querían marcar un perfil duro" sobre Cataluña, se quejaron las fuentes consultadas, ya que "creen que les da votos", informa P. Montesinos. "No han buscado el consenso".
La iniciativa de Ciudadanos es consecuencia de una interpelación urgente que el diputado naranja Toni Cantó dirigió la semana pasada al ministro de Educación Cultura y Deporte, Iñigo Méndez de Vigo. A pesar de esto, el ministro del ramo se ausentó de la sesión. De hecho la ausencia del Gobierno de Mariano Rajoy en sus escaños fue total. Parte de la bancada del PP permaneció también vacía durante todo el debate.
"Corte de mangas", claves y carteles de los Jordis
Durante la vibrante intervención de Toni Cantó, se pudo ver cómo la diputada del PdeCat, Lourdes Ciuro, le hizo un corte de mangas, gesto que no pasó desapercibido. Lo hizo cuando Cantó recordó que estaban pensando en proponer quitarles el sueldo si no acudían a la Cámara Baja. "Les anuncio desde ya que no vale venir al final", les espetó a los diputados de la antigua Convergencia, algo que enervó a Ciuro, que no se mostró tampoco arrepentida a su salida del Pleno. La representante de los separatistas aseguró que "no se le había escapado". "Lo he pensado dos minutos y es lo que se merecía", llegó a decir.
Además de este gesto, los diputados del PDeCAT dejaron un clavel rojo sobre sus escaños durante el debate de la moción. Con esto los parlamentarios secesionistas quisieron dejar constancia de un talante pacífico frente a lo que consideran una actuación "agresiva" del Gobierno en la crisis catalana. Al final, en la votación, se pusieron de pie mostrando unos carteles en los que se leía "Libertad para los presos políticos", refiriéndose a los líderes de la ANC, Jordi Sànchez, y de Òmnium, Jordi Cuixart, y la presidenta del Congreso, Ana Pastor, les llamó al orden pidiéndoles que los quitaran.
El discurso de Cantó
"El filósofo y escritor Félix de Azúa comentaba que el hijo de ocho años de unos amigos que llevaban poco tiempo en Cataluña llegó un día a casa del colegio y preguntó preocupado: ‘papá, ¿nosotros qué somos, catalanes o fachas?’", comenzó diciendo Cantó para quien esta "anécdota" le parece "muy ilustrativa porque muestra a las claras varias de las aristas que tiene el problema".
Y es que "hablamos de abuso intelectual de menores", de "supremacismo: la creencia de que un grupo, ellos, son mejor que otros, que nosotros" y "esa peligrosa noción de que existe un pueblo, un ‘la gente’, de Podemos, que parece que además gusta especialmente a podemitas y nacionalistas, en la que todos piensan lo mismo, que además borra y condena a la inexistencia al que no piensa igual", como Forcadell cuando "decía que Ciudadanos no es un partido catalán".
Cantó volvió a recriminar a PP y PSOE "su responsabilidad en todo esto; cómo han permitido que lleguemos a esta situación; cómo siguen negándose a utilizar las herramientas que sí que poseen para impedir el problema del adoctrinamiento".
Escoció mucho la intervención del diputado. Joan Baldoví, parafraseando a Gabriel Rufián, llegó a espetarle: "No pongan sus sucias manos sobre la Educación". Y Aitor Esteban (PNV) llegó a acusarle de "racista" y "sectario". Lo hizo sin ser reprendido por Pastor. Así las cosas, al término de las intervenciones, Cantó pidió la palabra por alusiones: que "el señor Esteban, que permanece al PNV de Sabino Arana, retire la acusación de racista que me ha hecho desde la tribuna". Esteban no quiso retirarla: "No, no lo retiro. Los insultos que se nos hace a los nacionalistas quedan en el diario de sesiones".
Rivera, "decepcionado"
"Nos han decepcionado PSOE y PP", dijo a su salida del Pleno el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, que añadió que en su partido "pensaban" que tanto los populares como los socialistas "estaban en contra del adoctrinamiento en las escuelas".
"Viendo la votación, no nos extraña que el nacionalismo haya hecho lo que ha dado la gana durante 30 años mientras el PSOE lo apoya y el PP mira para otro lado", añadió el presidente del partido centrista que terminó diciendo que "lo mas sagrado que hay son nuestros hijos", por lo que Cs, avisó, seguirá trabajando para acabar con el adoctrinamiento.