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Fiasco total del 155 de Rajoy: el separatismo toma carreteras y vías férreas

Los Comités de Defensa de la República colapsan las comunicaciones ante la pasividad de los Mossos "intervenidos" por el Ministerio de Interior.

La huelga general separatista ha sido un éxito. No han conseguido ningún seguimiento al margen de colegios, institutos y universidades, pero han cerrado las fronteras y las estaciones de trenes de Gerona y Barcelona. Los Comités de Defensa de la República (CDR) han cortado decenas de carreteras, bloqueado las comunicaciones con Francia, paralizado el AVE París-Gerona-Barcelona y también el recorrido entre Barcelona y Madrid. Caos monumental desde el alba hasta la noche cerrada.

Los piquetes han campado a sus anchas. Grupos de no más de veinte personas han podido colapsar las principales vías de acceso a Barcelona. En la provincia de Gerona, los CDR han causado retenciones kilométricas a ambos lados de la frontera. En Lérida ha resultado fundamental la participación de los tractoristas del sindicato de payeses, bien para cortar carreteras o ralentizar la circulación. Igual que en Tarragona. Las principales arterias viarias de Cataluña han sido cerradas. También las estaciones de tren de Gerona y Barcelona. A las ocho de la tarde, una orden de Adif impedía el acceso a la estación de Sants.

El separatismo ha demostrado su capacidad de organización y sus dotes de coordinación. Han paralizado Cataluña en aplicación de los planes largamente anunciados. No controlan puertos ni aeropuertos, pero las comunicaciones terrestres están en sus manos. Se retiran de una autopista y aparecen en una estación. La pasividad policial les infunde ánimos. El Gobierno dice que no pasa nada, que los incidentes son anecdóticos. En algunos cortes de carreteras, los conductores han estado a punto de llegar a las manos con los piqueteros. Lo han impedido agentes de los Mossos. Menudean los incidentes y las imágenes de contemporización de la policía de la Generalidad con los portavoces de las CDR. En algunos casos, los policías han logrado abrir parcialmente las vías o que en presencia de medios de comunicación se dejara pasar a vehículos de emergencia.

La CUP, en escena

A las nueve de la noche TV3 reportaba que los manifestantes habían abandonado la estación de Gerona. La de Sants, en Barcelona, presentaba un cuadro singular. Las vías estaban tomadas por el CDR del barrio y jóvenes de la CUP, en el vestíbulo mandaban los Mossos. La diputada de la formación antisistema Eulàlia Reguant pugnaba con los agentes. Enseñaba un billete de tren. Medio millar de jóvenes presionaba a los agentes a las puertas de la estación.

Miles de personas siguen las instrucciones de las plataformas y partidos separatistas. Estratégicamente repartidas han colapsado Cataluña. Llevan un lustro organizando enormes performances, exhibiciones corales de masas, interiorizando el momento, recibiendo y difundiendo consignas, preparándose para defender la república y elaborando planes para el día después.

Este jueves comparecen los miembros separatistas de la mesa del parlamento regional ante el Tribunal Supremo. La expresidenta de la Asamblea Nacional Catalana (ANC) y presidenta en funciones del Parlament no tuitea desde el 3 de noviembre. ¿Quién puede vincularla con el cierre de las estaciones de Sants o Gerona o con los cortes de autopistas, autovías y carreteras de la segunda huelga general en Cataluña desde el 1-O?

La previa del 11-N

El éxito de la huelga de "país" se refleja en la autopista B-23, a cuatro kilómetros de San Juan Despí. Cuatro furgonetas de los Mossos bloquean el tránsito. Fuentes gubernamentales teorizan sobre el efecto de los cortes de tráfico y trenes en el voto nacionalista. Puigdemont desde Bruselas crea una cuenta de Twitter del "gobierno catalán en el exilio". El separatismo se ha vuelto a convocar el 11 de noviembre en Barcelona. Lo de este miércoles ha sido una maniobra de calentamiento. El Gobierno ha esquivado el fantasma de las cargas del 1-O.Millones de personas han sufrido las consecuencias.

A las nueve y media de la noche, los Mossos d'Esquadra pactaban con el CDR de Sants y "Universitaris per la República" el desalojo de la estación principal de Barcelona. Quienes habían cerrado la estación se difuminaron por las salidas de emergencia para facilitar que los Mossos no les pudieran identificar.

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