Menú

"España nos roba, nos pega y nos mata" en la tele que ni odia ni difama según Ferreras

Como estaba previsto, Barcelona se queda sin Agencia del Medicamento. ¿Estáis de coña?, ha dicho la UE.

El Mundo dice que "Europa castiga a Barcelona por alentar la independencia". Uy, castigo, los nacionalistas se van a licuar, con lo que les gusta esa palabra. Insiste el editorial en que ha sido "un castigo, casi una humillación que inflige Europa como aviso a navegantes nacionalistas y otros amantes de la inestabilidad". "Los platos rotos" de la "irresponsabilidad" de los próceres del proceso "los pagan ahora los barceloneses y, con ellos, el resto de españoles". Hombre, los barceloneses alguna culpa tendrán, al menos los millones que votaron a Colau. Y también quien tuvo la brillante idea de proponer la capital de una comunidad en proceso de secesión. ¿Es que no hay más ciudades en España a las que favorecer económicamente? ¿Todo se lo tiene que llevar Cataluña mientras los pobres extremeños no tienen ni un tren decente?

"Barcelona pierde la agencia del medicamento", dice El País. Que visto que las empresas cogen las de Villadiego y que anda por ahí un pirado insultando a diestro y siniestro, que da la casualidad de que puede volver a ser presidente de esa región, pues que mejor se van cuanto más lejos mejor. Ellos que pueden. El editorial dice que "la inestabilidad política que ha vivido Cataluña ha sido decisiva". ¿Ha vivido? Está viviendo, a ver si repasamos esos verbos. "La pérdida de la sede convierte a Barcelona en una víctima más del proceso secesionista". Víctima, otra de las palabras favoritas del diccionario indepe. "La ciega osadía de unos gobernantes que no han dudado en poner en riesgo la convivencia, la estabilidad política y la economía en aras de unos objetivos ilegítimos que además eran imposibles" es la causa del pies para qué os quiero de la Agencia. "La realidad siempre se impone". Bueno depende, porque ellos siguen viviendo en la inopia. "Ha prevalecido el miedo a que nuevas turbulencias pudieran dañar a una institución comunitaria tan importante". Lo mismo hasta vieron la revuelta famosa del 8 de noviembre cuando cuatro berzotas paralizaron Barcelona ante la pasividad del Gobierno y la policía y se desanimaron. "Lo ocurrido debe abrir los ojos a aquellos que todavía piensan que desafiar la ley y el orden constitucional no tiene costes". Es que no ha tenido costes. Hasta que no se les toque el bolsillo, el personal, a los cabecillas se van a estar descojonando de nosotros en Barcelona, en Bélgica y en Estremera.

ABC dice que "Barcelona paga el precio de separatismo". Qué va, no ha pagado nada y Colau está más feliz que una perdiz. Bieito Rubido no se engaña, "Lo peor está por venir. Salvo que se forme un gobierno constitucionalista tras el 21-D me temo que la inoperancia administrativa irá a más. Toda vez que Cataluña parece dispuesta a seguir deslizándose, en un proceso irracional, por la pendiente de la ruina y del ocaso". El editorial de ABC es el único que pone el acento en la insensatez de proponer una ciudad gobernada mitad por una antisistema estalinista eurofóbica y turismofóbica y mitad por un grupo de racistas supremacistas chalados que se miran el ombligo. "Hay quien cree que en España había otras candidaturas que hubieran podido cumplir también los requisitos exigidos y que no estaban contaminadas por el virus del independentismo". Sí, hay alguna que otra ciudad que cumple ese requisito. En algunas incluso hace buen tiempo y también tienen mar. Incluso aeropuerto y AVE. Pero claro, hay que mimar a Cataluña, que si no se enfurruñan y la lían.

La Razón dice que "el soberanismo arrebata a Barcelona la Agencia Europea del Medicamento". Marhuenda da la enhorabuena a Colau y los indepes. "Puede considerarse un éxito del nacionalismo catalán haber tirado por la borda un proyecto que hubiese supuesto un avance para todos". "Es la hora de la autocrítica, dicen algunos nacionalistas pero por lo que estamos viendo no aceptan lo fundamental: que el proceso ha sido un fracaso. Estamos ante el mayor ejemplo de que el nacionalismo es una ideología destructiva". No. Estamos ante una enfermedad muy contagiosa que hay que cortar por lo sano. Sabino Méndez da cuenta de hasta qué punto el delirio es ya imparable. "El mantra de la campaña: sangre en la calle". Explica que el cuento de Rovira va a ser "la única táctica del independentismo". Y va a tener éxito. ¿Y por qué? Pues porque "después de aparecer Rajoy y Dastis negándolo todo con palabras tan terminantes como 'patraña', 'falsedad' y 'mentira', el canal de noticias de TV3 emitía impertérrito cíclicamente (con todo el cuajo cínico que le falta a Rovira) que el Gobierno central 'respondía contundente, pero no lo desmentía del todo'". Ya. Y vuestro socio en los negocios de La Sexta, García Ferreras, todavía ayer amplificaba la vomitona de Rovira machaconamente en Al Rojo Vivo. "Con TV3, no habrá campaña justa y democrática", se dedica a "intoxicar al público en lugar de informar" y su director "sigue afirmando, sin inmutarse, que su emisora es plural". Anda, igual que vuestro socio Ferreras. "Ha quedado claro que la campaña electoral va a poner la mentira victimista de que, a los catalanes, España nos roba, nos pega y ahora además nos mata en supuestos futuribles". Que no hombre, que no, que según vuestro socio García Ferreras TV3 no difama, no odia, no es agresiva, no insulta y es muy plural. Eso lo hacen los frikis.

Temas

En España

    0
    comentarios