A veinte días de las elecciones catalanas del 21-D, Albert Rivera ha vuelto a instar al PSC y al PSOE a sumar en el frente constitucionalista, pese a los ataques recibidos esta semana desde las filas socialistas.
Para ello, el líder de Ciudadanos, en una comparecencia ante periodistas en Amsterdam, donde asiste este fin de semana a la cumbre de los liberales europeos, se ha referido, sin ser preguntado por ello, a los muñecos aparecidos este viernes en una carretera de Cataluña semejando votantes de Ciudadanos, el PP y el PSC.
A su juicio, se trata de un hecho "sintomático" de la situación que debería mover a una reflexión en las filas socialistas. "Creo que el PSOE debería reflexionar y ver que Ciudadanos no es el enemigo, que nos están poniendo en la diana los radicales separatistas" ha asegurado el presidente del partido naranja, que ha reforzado así su argumento: "Cuando en un puente aparecen, lamentablemente, personas que simbolizan votantes de Ciudadanos, el PSC y el PP, no hay que equivocarse de adversarios. Los adversarios son los radicales, los que no respetan la democracia y yo insisto en que tenemos que estar juntos".
"Aliados y no enemigos"
Rivera también ha aludido a los insultos recibidos esta semana por parte de la vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra, quien, aunque luego rectificó parcialmente, equiparó al líder de Ciudadanos con José Antonio Primo de Rivera, algo que también han hecho recientemente los separatistas catalanes y el PNV: "Yo espero que el señor Sánchez, el señor Iceta y la señora Lastra, a pesar de la campaña, a pesar de lo que van diciendo, e incluso de los insultos que nos están dedicando, que rectifiquen, porque lo importante es que sumemos y ganemos al separatismo en las urnas".
En ese sentido, Rivera ha hecho repaso de su colaboración con los socialistas en el Gobierno andaluz de Susana Díaz, sostenido parlamentariamente por Ciudadanos, y en la respuesta al desafío secesionista: "Hemos aplicado juntos el 155. Yo le pediría al PSOE que no se equivoque de rival, que el rival no es Ciudadanos, el enemigo no es Ciudadanos, somos aliados para aplicar la Constitución en Cataluña, e incluso aliados de un futuro Gobierno" ha sentenciado, abriendo así la puerta a que el eventual Gobierno constitucionalista que podría salir de las urnas fuese un Ejecutivo de coalición.