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Borrell: el alto cargo que odia a los aragoneses y glosa al "héroe" Puigdemont

El director de Cultura en Lérida llegó a comparar al expresidente fugado en Bruselas con Ulises.

El director de Cultura en Lérida llegó a comparar al expresidente fugado en Bruselas con Ulises.
Josep Borrell i Figuera | gencat.cat

Josep Borrell i Figuera, el alto cargo de la Generalidad que ha amenazado a los aragoneses de la Franja con dejarles sin atención médica por el traslado de las obras de Sijena a Sijena, muestra los rasgos esenciales del modelo de comisario político de la administración nacionalista. Inspector de la Consejería de Educación, asumió el cargo de director de los "servicios territoriales" del departamento de Cultura en Lérida en 2012, con Artur Mas como presidente de la Generalidad. Había sido el presidente de Òmnium Cultural en la provincia y llegó a dirigir el Instituto de Estudios Ilerdenses. Agitador cultural del separatismo, autor de media docena de poemarios y un par de ensayos de crítica literaria, el principal de su producción escrita está formado por los artículos que publica con regularidad en el diario Segre de Lérida.

Las colaboraciones siempre en catalán de Borrell i Figuera, que también consta como secretario en el consorcio del Museo de Lérida Diocesano y Comarcal, tienen más que ver con la brega política que con la poética. Al calor del proceso separatista, se caracteriza por escribir incendiarios alegatos contra el Gobierno y los partidos no nacionalistas.

Independentistas en cal viva

El pasado 1 de noviembre, en un texto titulado De la rabia afirmaba: "Sí, hay tanta rabia en las palabras de algunos dirigentes del PP, de Ciudadanos y del PSOE que ¿es posible que se haya abierto la veda de la caza del independentista para que se le entierre el 21 de diciembre en cal viva?".

España es, según este alto cargo, "cavernícola, ultramontana y manipulada hasta extremos inimaginables". Frente a esa realidad, la Cataluña independentista es un paraíso de bondades y grandes virtudes. Así se expresaba en otra colaboración en el citado diario a finales del pasado agosto y que llevaba por título Héroes: "En Cataluña hoy se están gestando un montón de héroes y heroínas. (...) Será bien interesante estudiar, en la perspectiva del tiempo, cuál habrá sido el viaje de estas heroicidades. La del presidente Puigdemont, por ejemplo. Y observaremos seguramente que su periplo habrá seguido el patrón de los grandes modelos narrativos, concentrados todos ellos en Ulises. El ser aparentemente normal, alcalde de una ciudad, que se ve convertido de repente en el líder de la conducción de todo un pueblo hacia la libertad. Como señala el patrón, el héroe, nuestros héroes y heroínas, sienten como una llamada. Reciben el encargo de un cuerpo social para que hagan todos los sacrificios posibles para salvarlo. Y para hacerlo, deberán superar no sólo multitud de peligros y desafíos, sino la incomprensión, a veces, de amigos y familiares. ¡No seamos desagradecidos!".

Máxima fidelidad la de este Borrell respecto al "presidente en el exilio" en unos ejercicios redaccionales dedicados a glosar la figura de su jefe máximo, un nombre providencial destino a llevar a los catalanes hacia una república inevitable.

Por el momento, Borrell i Figuera permanece en su cargo a la espera del triunfo de Junts per Puigdemont. Sus declaraciones sobre la anulación de los servicios sanitarios en Aragón que por proximidad asume Lérida no han tenido consecuencias políticas.

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