Rodrigo Lanza es un militante antisistema de 33 años. El presunto asesino de Víctor Laínez cumplió una condena de cinco años de cárcel por dejar tetrapléjico a un guardia urbano de Barcelona. Este caso alcanzó cierta relevancia pues a través de una nutrida propaganda caló en ciertos sectores la idea de que se había tratado de un montaje policial.
Se llegó a rodar incluso un documental, Ciutat Morta, que defendía esta teoría. Según sostuvieron Lanza y el resto de condenados, el guardia urbano fue herido por una maceta que fue lanzada desde el interior de una casa okupa y no por una pedrada. Esta versión quedó descartada en el juicio. Pero el hecho de que una de ellas, Patricia Heras, se suicidara durante un permiso penitenciario y gracias también a la labor de difusión, la teoría del montaje caló.
Tanto es así que el ahora detenido pudo dar una conferencia en la Universidad de Salamanca. En concreto, en las instalaciones de la facultad de Geografía e Historia. El 23 de noviembre de 2009 Rodrigo Lanza fue uno de los ponentes del seminario "Procesos de fascistización y montajes policiales". Ya había sido condenado.