Carlos Sánchez Mato (IU) no sólo ha perdido su pulso con el Ministerio de Hacienda de Cristóbal Montoro sino también su puesto. La alcaldesa de Madrid ha destituido de forma fulminante al hasta ahora responsable de las cuentas de la capital. Al frente de la concejalía coloca a Jorge García Castaño, licenciado en Sociología y concejal-presidente de los distritos de Chamberí y Centro.
La propia Manuela Carmena lo explicó así al inicio del pleno extraordinario celebrado este lunes donde se aprobó el nuevo Plan Económico Financiero (PEF): "El señor Sánchez Mato me manifestó que, a pesar de que él había efectuado la propuesta presentándola en la junta de gobierno que tuvimos el pasado viernes del nuevo PEF 2017-2018 para el Ayuntamiento, él no lo quería aprobar y que además se iba a ausentar de la votación, motivo por el cual no puedo permitir que el concejal de Hacienda no apoye la propuesta que él mismo había dirigido al pleno en el que nos encontramos".
Carmena incidió en la importancia de que saliera adelante este nuevo plan "porque es lo que nos va a permitir volver a la normalidad a este Ayuntamiento dejando atrás unas medidas tutoriales de carácter extraordinario, y sobre todo vamos a conseguir también que podamos volver a poner en marcha todas las obras".
"La trascendencia tan importante que tiene para la normalización de la vida del Ayuntamiento hace que haya tenido que tomar esta decisión de esta manera tan precipitada pero necesaria", remachó la alcaldesa. Sánchez Mato escuchaba muy serio desde su escaño. Y se limitó este lunes a publicar un tuit.
Ha sido un privilegio trabajar por @Madrid desde el Área de Economía y Hacienda durante estos dos años y medio. Un 10 a todo mi maravilloso equipo y al funcionariado. Los errores son míos. Los aciertos colectivos
— Carlos Sánchez Mato (@carlossmato) December 18, 2017
La injerencia de IU
La medida llega después de que la coordinadora de IU en Madrid, partido al que pertenece Sánchez Mato y otros dos ediles del gobierno local -Mauricio Valiente y Yolanda Rodríguez- comunicara este domingo a media noche su rechazo al Plan Económico Financiero. IU pidió un aplazamiento del pleno para que fueran las bases de Ahora Madrid quienes decidieran el sentido del voto. De no concederse la prórroga, sus concejales no se pronunciarían sobre el PEF y se ausentarían de la sesión plenaria, como así ha sido. En total, seis ediles de Ahora Madrid se han ido: el propio Sánchez Mato, Mauricio Valiente, Yolanda Rodríguez, Montserrat Galcerán, Rommy Arce y Pablo Carmona.
La reacción de la oposición
Desde el PP, su portavoz José Luis Martínez Almeida señaló que "era la crónica de una muerte anunciada, pero retrasada por Manuela Carmena". Así, recordó, Sánchez Mato "primero echó a las agencias de rating, luego grabó conversaciones sin autorización, presentó cifras de ejecución de presupuestos ridículas, le 'triimputaron' y el ministerio de Hacienda le rechazó tres veces el PEF".
Ante esto "la pregunta es por qué Carmena no le cesó antes, a ella le corresponde la responsabilidad". El portavoz popular afirmó que el motivo real es "la operación de blanqueamiento puesta en marcha por Carmena con vistas a las elecciones de 2019". Almeida invitó a PSOE y Ciudadanos a sumarse a un periodo de reflexión ante la época de inestabilidad que se avecina en el ayuntamiento de Madrid: "Si entre ellos no se entienden, como van a entender a los madrileños".
Para la portavoz de Cs, Begoña Villacís, "la destitución es la confirmación del desastre que supone un Gobierno hecho a retales con seis partidos. Una sustancia volátil e impredecible". Para la líder municipal de Ciudadanos, "Madrid está gobernada por un equipo que no es capaz de gobernarse a sí mismo y esta es la prueba".
Èrika Rodríguez, la portavoz socialista de Economía, declaró por su parte que lo que está ocurriendo con la situación económica de Madrid "es muy grave" y criticó al Gobierno municipal por "haber sido unos gestores pésimos de esta crisis". A su juicio, "la negociación con Hacienda ha sido muy mala y no sólo por culpa del señor Montoro, sino porque los concejales estaban más interesados en poner palos en las ruedas que en solucionar la cuestión".