Primera parada con el autobús de campaña del líder del PSC. Miquel Iceta afrontó su cierre de campaña este martes con un primer encuentro en Hospitalet, donde le estaba esperando el presidente de Cantabria, Miguel Angel Revilla.
Se saludaron con un fuerte abrazo a la entrada de un bar típico de la localidad catalana donde les esperaban mesas con polvorones y copas de cava (catalán).
Todo fueron elogios al socialista catalán por parte del presidente cántabro quien se preguntó: "¿Qué hago yo aquí si no me presento a unas elecciones y que nunca he pedido el voto para alguien que no sea yo mismo?". La respuesta la argumentó diciendo que "a mis 75 años digo lo que me da la gana, hago lo que me da la gana y tengo mucho cariño a Cataluña".
Pero, además, Revilla reconoció estar muy preocupado por la situación en Cataluña y definió al candidato del PSC como un "político honrado" con capacidad para cambiar la situación catalana. Y para reforzar esa imagen de cariño propio de los dos políticos, el presidente de Cantabria le regaló a Iceta una tarjeta navideña donde se podía leer: "A Miquel Iceta, en vísperas de un gran día, mi apoyo. Un abrazo". Seguidamente brindaron con cava para felicitarse las próximas fiestas navideñas.
Por su parte, Miquel Iceta le agradeció a Revilla su presencia en esta recta final de la campaña electoral para las elecciones del próximo jueves 21 de diciembre. Campaña que Iceta describió como "muy útil para explicar que existe una alternativa a la independencia".
El líder del PSC aprovechó la reunión informal para asegurar que es el momento "de cambiar el rumbo", según explicó, pero señalando que no hay que "cambiar por cambiar" sino para solucionar los tres problemas que, a su juicio, han generado los independentistas en Cataluña: la división social, el empobrecimiento económico y el deterioro de la imagen de Cataluña.