Menú

La Junta rebaja la multa a las monjas de Sevilla por arreglar el órgano de Maese Pérez sin permiso

De 180.000 a 2.980 euros, por haberlo hecho todo bien salvo pedirle permiso.

El pasado mes de noviembre la Junta de Andalucía, por medio de su Delegación Territorial de Cultura, Turismo y Deporte de Sevilla, multó a las monjas clarisas del convento de Santa Inés con 170.000 euros por no haber pedido permiso para arreglar el histórico órgano del legendario Maese Pérez de Gustavo Adolfo Bécquer y por haberlo trasladado al lugar de su restauración. 150.000 por el permiso omitido y 20.000 por el traslado.

Ahora, la misma Delegación Territorial, cuyo titular es José Manuel Girela, ha decidido rebajar la multa hasta los 2.850 euros "por no pedir permiso y no haber informado" sobre la restauración del órgano del templo, considerado Bien de Interés Cultural (BIC) de la Junta de Andalucía desde 1983.

Lo curioso es que las monjas no hicieron nada ilegal ni contrario a la conservación y preservación del patrimonio musical. La explicación de Girela ha sido que aunque el expediente sigue su curso pero que "en la segunda parte del trámite, una vez estudiada las alegaciones y teniendo en cuenta el dictamen de Comisión Provincial de Patrimonio, se determinó que la restauración sobre la pieza se ajustaba a la normativa y era respetuosa".

Es más, "se comprobó que todo lo que se había hecho por parte de comunidad era ajustado a la ley, con la salvedad de que no se había solicitado autorización previa para efectuar las intervenciones", insiste Girela, que señala que "no solicitar permiso y hacer una mala acción sobre un BIC conlleva una sanción grave, pero al ver la Comisión de Patrimonio que la intervención ha sido en beneficio de la pieza, la sanción pasa de grave a leve".

Así que ahora, cuenta Europa Press, la supermulta de 170.000 euros, que la Junta dice que nunca fue multa, se rebaja a 2.850 y "si dentro del procedimiento administrativo hay un reconocimiento por parte de la comunidad o de los restauradores de que no se pidió autorización previa, y se acata la sanción por ello, y además por pronto pago, según la ley, van a recibir un descuento del 40% de la sanción, esta se quedaría en 1.710 euros".

Dicho de otro modo, la multa se ha impuesto porque las monjas se han saltado el control de la Junta de Andalucía, no avisara y los técnicos de la Junta no supervisaran ya que "cualquier propietario de un BIC está obligado a protegerlo y a cuidarlo para que no sufra daño, y en este caso no ha sufrido daño ni dolo, pero no se solicitó el correspondiente permiso, que la ley establece para que no ocurra expolio y dolo".

La intrahistoria del multazo

Los expedientes, que fueron hechos públicos por ABC, contenían la imposición de sendas sanciones de 150.000 y 20.000 por dos infracciones de la Ley del Patrimonio Histórico de Andalucía. 20.000 por el traslado del órgano a la localidad sevillana de Alcalá del Río y 150.000 por el arreglo y restauración de un órgano legendario que estaba en condiciones de deterioro muy peligrosas.

Primero, se ofreció a las religiosas clarisas, titulares del órgano del convento, resolver el pleito rebajando la multa a los 102.000 euros. La rebaja del 40 por ciento decía deberse al reconocimiento del "pecado" administrativo y el pronto pago si se efectuaba antes de la resolución del expediente.

Pero las monjas clarisas no aceptaron la «oferta» de la Junta porque según su defensa, actuaron de buena fe. La restauración del órgano se encargó a un experto reconocido y se hizo público en las redes sociales, por lo que ni hubo alevosía ni nocturnidad ni deseo de ocultar nada.

Es más, es que el 15 de noviembre la Comisión Provincial de Patrimonio informó positivamente sobre el proyecto de restauración y la solicitud presentada por las monjas antes del inicio del expediente sancionador.

Por si fuera poco, las monjas alegaron que la Junta, al parecer, impone sanciones de manera arbitraria porque no hay nada que justifique que el multazo fuese de 170.000 euros. Igualmente, podría haber decidido una sanción menor o mayor.

Nada más conocerse el multazo, se comenzó una recogida de firmas, que ha llegó a las 50.000 en 72 horas, pidiendo a Susana Díaz y a la consejería de Cultura, cuyo titular es Miguel Ángel Vázquez, que retirasen la multa por injusta y desmesurada a 13 monjas que lo que querían era que el órgano no se cayera a pedazos.

El órgano de Maese Pérez

El conflicto versa sobre el órgano legendario del convento en el que se cree se inspiró Gustavo Adolfo Bécquer para escribir su leyenda de Maese Pérez el organista, el único capaz de acallar las zambombas y las panderetas cuando sus dedos hacían sonar notas angelicales durante la Misa del Gallo.

Lo curioso es que, en la leyenda de Bécquer, el órgano histórico del convento de santa Inés de Sevilla había sido sustituido por otro. Lo cuenta así el poeta:

- ¿En qué consiste que el órgano de maese Pérez suena ahora tan mal?
- ¡Toma! -me contestó la vieja-, en que ese no es el suyo.
- ¿No es el suyo? ¿Pues qué ha sido de él?
- Se cayó a pedazos de puro viejo, hace una porción de años.
- ¿Y el alma del organista?
- No ha vuelto a parecer desde que colocaron el que ahora les
sustituye.

Pérez, ciego de nacimiento, "sin más parientes que su hija ni más amigo que su órgano, pasa su vida entera en velar por la inocencia de la una: y componer los registros del otro... ¡Cuidado que el órgano es viejo!... Pues nada, él se da tal maña en arreglarlo y cuidarlo, que suena que es una maravilla... Como le conoce de tal modo, que a tientas... porque no sé si os lo he dicho, pero el pobre señor es ciego de nacimiento..."

El resto se conoce mejor. Enfermo, lo subieron en brazos aquella Nochebuena a tocar por última vez su viejo órgano. Cuando murió, el órgano siguió sonando y sonando en la misa del Gallo. Como dijo Bécquer, el asunto tenía, y tiene, "busilis".

Temas

En España

    0
    comentarios