2.680 colegios electorales, 8.247 mesas y 37.000 apoderados separatistas. 18.000 de ERC, 12.000 de Junts per Catalunya y 7.000 de la CUP, según datos de los propios partidos. Se trata de un ejército convenientemente adiestrado para recurrir a lo que haga falta en el recuento de votos con tal de ganar y que también contará con voluntarios de la Assemblea Nacional Catalana (ANC) y los Comités de Defensa de la República (CDR) para efectuar un anunciado recuento paralelo.
El plan separatista es tomar los colegios electorales, condicionar las votaciones y el escrutinio, presionar a los presidentes y vocales de mesa, despojarlos de sus funciones y transmitir a toda costa un recuento favorable a las candidaturas nacionalistas.
Frente a esas tropas curtidas en dos referendos ilegales y varias elecciones autonómicas, Ciudadanos contará con 4.000 interventores. El PP aporta otros 4.000. Los socialistas se imponen en el denominado "bloque constitucional" con 5.000 apoderados. Los comunes afirman disponer de 4.500. Los cuatro partidos han tenido que recurrir a la ayuda de militantes del resto de España para afrontar la jornada electoral en unas condiciones de clara inferioridad frente a la movilización separatista.
Las audacias del expresidente
5.554.394 electores están llamados a las urnas en un contexto excepcional. Alerta máxima ante el riesgo de ataques informáticos. Ciudadanos denuncia un sabotaje informático y el PP admite que puede pasar cualquier cosa. El antecedente del 1-O justifica todas las prevenciones y ese "cualquier cosa" no excluye un retorno para votar de Puigdemont, afecto a golpes de efecto como cambiar de coche en un túnel para votar el 1-O, meterse en el maletero para escaparse a Bélgica o proclamar la república cuando había anunciado que convocaría elecciones.
Mossos al cargo del dispositivo
Interior ha desplegado 17.000 policías para el cubrimiento de las elecciones. Doce mil mossos d'esquadra han sido destinados a los colegios. Cinco mil guardias civiles y policías nacionales estarán a la espera de órdenes de refuerzo. 3.899 funcionarios participarán en el operativo electoral para tutelar a un total de 24.741 presidentes y vocales de mesa. 49.482 ciudadanos han sido designados suplentes.
Participación récord
Se espera la mayor participación de la historia. El voto desde el extranjero ha subido un 81% respecto al 27-S de 2015. Los sondeos apuntan a que el ochenta por ciento del electorado participará en unos comicios en día laborable. También arrojan la predicción de un codo a codo entre ERC y Ciudadanos con Puigdemont e Iceta como terceros en discordia. El separatismo está cerca de la mayoría absoluta y Catalunya en Comú sería la bisagra para formar un gobierno republicano si Puigdemont renuncia a sus pretensión de hacer "flashback" hasta el 26 de octubre, víspera de la "republiqueta".
Las opciones de un gobierno no separatistas son mínimas a pesar de que no es descartable la victoria, incluso en escaños, de Ciudadanos y una importante subida del PSC. El PP se desploma. Su mejor expectativa es igualar a la CUP en la última plaza de un pelotón de cola encabezado por los comunes de Colau.
Ruptura social y económica
La estampa del día de reflexión ha sido el accidentado paseo de la candidata de Ciudadanos Inés Arrimadas con su marido por el acomodado barrio de Les Corts de Barcelona, donde viven. Varios individuos han insultado impunemente a la política a voz en grito. Nada nuevo en el día a día de los disidentes en Cataluña. El último dato económico incide en la catástrofe del proceso separatista. Tras el éxodo de más de tres mil empresas y el aumento del desempleo, trasciende que la inversión extranjera en Cataluña ha caído un 75% en el último trimestre.