"Estamos protegiendo a las familias españolas. Tenemos un enemigo global –en alusión al terrorismo yihadista– que quiere acabar con nuestra civilización, nuestro modelo de convivencia y nuestra libertad. Estamos defendiendo a España de esa lacra". Así de contundente ha defendido este jueves la ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, las misiones en el exterior que desarrollan las Fuerzas Armadas españolas.
Durante su visita a la Base Miguel de Cervantes de Marjayoun (Líbano), en la que están desplegados unos 630 militares y guardias civiles españoles bajo la bandera de las Naciones Unidas, ha dicho a los efectivos allí desplazados que "garantizan la paz y la concordia en una zona de conflicto" y ha expresado el "enorme orgullo" que siente el Gobierno y todos los ciudadanos por el trabajo que realizan.
La ministra ha defendido el compromiso del Gobierno con sus aliados internacionales y ha aludido, como muestra de ellos, a la reciente aprobación en el Consejo de Ministros del aumento del despliegue en tres de las misiones actuales: Afganistán, Mali e Irak. En el primero de los países, se elevará el despliegue en 62 efectivos. En el segundo, en 152 efectivos. Y en el tercero, otros 30 efectivos.
La agenda de Cospedal en Líbano comenzó el miércoles, con su llegada al aeropuerto de Beirut, donde fue recibida por el ministro de Defensa libanés, Yacoub Riad Al Sarraf. Posteriormente, se trasladó a la base española, donde felicitó la navidad a los militares de la Brigada de Infantería Mecanizada Extremadura X, que desplegaron en el país de los cedros el pasado mes de noviembre.
Este jueves por la mañana, tras pernoctar en la propia base, visitó algunos de los puestos de vigilancia española en la Blue Line, una línea virtual de unos 120 kilómetros que separa Israel y Líbano y que no es una frontera internacional, sino de una línea de alto el fuego que marca el repliegue de las tropas israelíes. Oficialmente, ambos países se encuentran todavía en estado de guerra.
Las tropas españoles llevan once años desplegadas en el sur de Líbano. Los terroristas de Hezbolá penetraron en suelo israelí en junio de 2006 y asesinaron a ocho militares hebreos, además de secuestrar a otros dos. Israel respondió bombardeando las posiciones terroristas y éstos lanzaron cohetes contra varias ciudades del norte de Israel, buscando causar el mayor número de víctimas civiles. La ONU decidió intervenir para intentar acabar con las hostilidades.
El primer contingente español llegó a suelo libanés el 15 de septiembre de ese año. Lo hizo con un desembarco en las playas de Beirut de una Fuerza Expedicionaria de Infantería de Marina. Inmediatamente tomaron el control del Sector Este, uno de los más complicados. Desde entonces, han participado en esta misión cerca de 23.700 militares, los cuales han realizado 155.000 patrullas y recorrido más de 20 millones de kilómetros.