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Circo en el 'Parlament' y hundimiento de los Mossos ante los CDR

Puigdemont destroza al presidente de la cámara y reactiva el golpe de Estado mientras la policía autonómica consiente la violencia de los CDR.

Puigdemont destroza al presidente de la cámara y reactiva el golpe de Estado mientras la policía autonómica consiente la violencia de los CDR.
Diputados entre los furgones policiales que rodeaban el 'Parlament' | Europa Press

Puigdemont o Puigdemont. El expresidente de la Generalidad no afloja y cuanto peor, mejor para él. La maniobra dilatoria del presidente del Parlament, Roger Torrent, le ha salido a ERC por la culata. El fugado, su plataforma, Junts per Catalunya, la CUP y los Comités de Defensa de la República (CDR), no contemplan más opción que el choque frontal con el Estado y la implantación de la república proclamada. Sigue el golpe. Unas seiscientas personas han acampado frente al Parlament ante la patética inacción de los Mossos d'Esquadra.

El candidato a la investidura ha emitido un mensaje a última hora de la tarde en el que dejaba clara su posición: "Hoy me hubiera gustado dirigirme a todos vosotros con el pleno ya celebrado y por tanto investido otra vez como presidente de la Generalidad de Cataluña. Se habría materializado así la voluntad de la mayoría absoluta de los diputados electos en el parlamento y que corresponde a la voluntad ciudadana expresada en las urnas el 21-D. Los 68 diputados independentistas que estaban dispuestos a investirme como presidente son la garantía democrática de ese pleno y no hay otro candidato posible ni tampoco ninguna combinación aritmética posible. Lamentablemente, el pleno no se ha celebrado".

Puigdemont se ha vengado de los aspavientos de Oriol Junqueras cuando estuvo a punto de convocar elecciones el pasado octubre para evitar el 155 y del mensaje en Twitter en el que el "congresista" Gabriel Rufián le llamaba traidor por contemplar tal opción en vez de proclamar la república. Rentabiliza al máximo los diez mil votos de ventaja que le saca a ERC y se erige en el referente indiscutible del catalanismo, con el PDeCat en la miseria y los republicanos retratados como unos cobardes ilusos, sino traidores, ante las bases separatistas. Ha dicho que hay que respetar la decisión de Torrent para añadir acto seguido que "creemos que la democracia ni se aplaza ni se suspende. Nosotros no aceptamos que se puedan dictar presidencias desde Madrid. De ninguna manera. No lo podemos aceptar porque hacerlo sería hipotecar de ahora en adelante y para siempre los resultados electorales en Cataluña".

ERC, traidora...

El terreno ha quedado acotado. Cualquier intento de ERC por eludir la desobediencia y acomodarse vagamente a la legalidad está abocado al fracaso. "Hacerlo sería rendirse a las maniobras del Estado y traicionar la voluntad de los electores de ahora y de todos los que han luchado para dotar a nuestro país de instituciones legítimas y democráticas", dice Puigdemont. Es más, añade: "Hacerlo nos obligaría a dejar de mirar a los ojos a quienes han hecho grandes sacrificios personales para llegar a donde estamos. En estos días y en estas horas hemos escuchado voces que reclaman con urgencia poner fin al 155 y la investidura. La formación de un gobierno es el camino más rápido. Al mismo tiempo, no podemos esperar garantías de un sistema que encarcela a los Jordis, a Quim y Oriol, que mantiene en el exilio al gobierno legítimo de la Generalidad, que se salta la ley y suspende los derechos más elementales".

...ilusa

Puigdemont sostiene que el Gobierno está dispuesto a mantener el 155 si no se elige un presidente y un gobierno que le plazca, por lo que "pensar que se levantará el 155 cumpliendo como alumnos aventajados la doctrina del 155 es de una gran falta de realismo. El realismo es el 21 de diciembre. El baño de realidad son los más de dos millones de votos a favor de la independencia y unas urnas en unas condiciones imposibles donde fue a votar casi el ochenta por ciento del censo".

El expresidente no se ha cortado a la hora de arremeter contra ERC y Torrent: "Hoy Cataluña tenía la oportunidad de continuar construyendo el país que sus ciudadanos quieren, pero tendrá que mantenerse todavía en la parálisis a la que le obligan quienes han perdido las elecciones. Hoy deberíamos estar hablando de los proyectos de gobierno de los próximos cuatro años, de cómo encaramos como gobierno legitimado por las urnas la etapa de restauración y de regeneración democrática pero debemos continuar hablando de la inefable judicialización de la política catalana que frena nuestro progreso colectivo y afecta especialmente a aquellos sectores sociales más desfavorecidos. No tengo ningún derecho a abrir ninguna puerta que legitime este ataque que hemos sufrido como país. Sobre los resultados de un chantaje no se puede construir futuro, no se puede construir república, no se puede construir dignidad ni democracia".

En la guerra interna separatista, el partido del preso Junqueras ha sufrido una derrota casi tan severa como la de quedar terceros en las elecciones siendo los favoritos de todas las encuestas. Puigdemont es el macho alfa. De nada le ha servido al presidente del Parlament, Roger Torrent, menospreciar al Tribunal Constitucional y al Gobierno y comprometerse otra vez a no presentar más candidato a la investidura que Carles Puigdemont. A las diez de la mañana comparecía Torrent para anunciar que el pleno quedaba aplazado, pero no desconvocado, hasta que el TC resuelva el recurso de los servicios jurídicos de la cámara respecto a la candidatura del fugado.

Reproches mutuos

La dirección de Junts per Catalunya, la plataforma de Puigdemont, denunciaba acto seguido que el republicano Torrent ha actuado por su cuenta y riesgo, sin consultar al grupo del expresidente. Elsa Artadi, mano derecha de Puigdemont, ha expresado el malestar por no haber sido informados previamente. "El presidente de la Generalidad no sabía nada, el vicepresidente del Parlament no sabía nada, ni yo sabía nada y no compartimos el aplazamiento", ha declarado. "La democracia no se aplaza", remachó Eduard Pujol, el diputado exdirector de la radio del conde de Godó.

En Junts per Catalunya todo estaba dispuesto para una investidura a distancia, pero en ERC también se quejan de que la formación de Puigdemont no comparte sus planes. Hasta en cinco ocasiones trató de contactar Torrent con el expresidente para informarle de sus intenciones sin que hubiera respuesta. Junts per Catalunya lo niega. ERC insiste en que ni siquiera conocían el discurso de Puigdemont, que sólo tenían un índice con tres puntos muy vagos. Tampoco se había abordado la composición del nuevo gobierno ni las líneas maestras de su actuación. El portavoz republicano, Sergi Sabrià, ha advertido además de que la carta de Puigdemont a Torrent en la que el primero pedía que se garantizase su inmunidad parlamentaria también llegó por sorpresa.

Las relaciones no pueden ser más tensas entre unos grupos acostumbrados a desencallar sus diferencias en el último segundo. En esta ocasión no ha ocurrido lo mismo. Torrent ha congelado la imagen a la espera de un cambio de actitud en Junts per Catalunya que no aborte la legislatura a las primeras de cambio. En la particular pugna entre separatistas, en ERC ha pesado el riesgo de que los exconsejeros y los exmiembros de la Mesa en libertad bajo fianza pudieran incurrir en una votación que les complicaría el horizonte penal y podría llevarlos de regreso a la prisión.

Para los diputados agrupados en torno a Puigdemont, Torrent ha cedido a la presión a las primeras de cambio. El aplazamiento del pleno supone un acatamiento del Constitucional, concluyen. La CUP, como no podía ser menos, se ha sumado a la bronca de parte de Junts per Catalunya y ha acusado a Torrent de "unilateralidad".

Violentos jaleados por diputados

El show de puertas adentro ha tenido reflejo en la calle. La Asamblea Nacional Catalana (ANC) y los Comités de Defensa de la República (CDR) habían convocado a sus bases a la hora del comienzo del frustrado pleno, a las tres de la tarde. Llegados en autobuses de toda Cataluña, miles de manifestantes esperaban una "fiesta" y se han encontrado con un aplazamiento que a cientos de ellos les ha enfurecido. Los más radicales se han aprovechado del desconcierto de los Mossos para saltar las vallas del parque en el que se encuentra el Parlament y llegar hasta las puertas de la cámara, donde han sido saludados y jaleados por diputados de la CUP y del grupo de Puigdemont.

Ataviados con prendas de color amarillo, banderas independentistas y caretas del expresidente, han protagonizado momentos de tensión con los agentes autonómicos, algunos de los cuales han utilizado la porra. Una mujer ha tenido que ser evacuada en ambulancia sin que se sepa si a consecuencia de algún golpe, un desfallecimiento u otra afección.

Vivas a Terra Lliure

Combinando los vivas a la banda terrorista Terra Lliure con el eslogan "somos gente de paz", cientos de manifestantes han rodeado a los Mossos y les han increpado. Cuando los concentrados han iniciado los incidentes, la Asamblea ha corrido ha desconvocar la manifestación en las redes sociales. No así los CDR, que a las ocho de la tarde debatían si acampar ante el Parlament.

Los Mossos afirman que los manifestantes cortaron las cadenas de hierro de las puertas de acceso al parque de la Ciudadela. También derribaron vallas. A las siete de la tarde llegaron los refuerzos de los antidisturbios. Los diputados de la oposición han tenido que salir de la cámara protegidos por la policía. Los CDR pretenden hacer noche frente a la cámara y planean quedarse hasta que se celebre la sesión. De momento, son poco más de seiscientas personas, han comenzado a plantar tiendas y llaman a sumarse. A las once de la noche, se desconvocó la acampada a causa de la detención de dos personas y la "brutalidad policial" que denunciaron los manifestantes. El pleno ha quedado aplazado "sine die".

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