El separatismo puso el grito en el cielo porque en los Carnavales de Cádiz una chirigota se rió de Puigdemont y lo representó atrapado en una picota. El escándalo fue mayúsculo y sirvió para recargar las pilas del victimismo catalanista. La parodia de la Familia Real en TV3, sin embargo, no provocó ninguna reacción nacionalista. En cambio, una carroza de los carnavales de la localidad gerundense de Ribas de Freser sí que ha motivado una reacción.
En la pintoresca localidad, de menos de tres mil habitantes, han decidido representar a la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, y la líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas, con atavíos de bruja, semidesnudas y practicando sexo. El diario Directe.cat, vinculado a ERC y que fue dirigido por el católico Oriol Junqueras, celebra los explícitos muñecos de cartón y también la "furia unionista por mostrar una escena lésbica entre Arrimadas y Sáenz de Santamaría" en una noticia en la que se acompañan dos imágenes de la carroza paseada ante un público infantil.
En Torrelles de Llobregat también están de carnavales y tienen un concurso de bajada de carretones. Uno de los más aplaudidos de este año ha sido un barco Piolín cargado de niños disfrazados de policías nacionales ondeando una estelada, según recoge y denuncia en vídeo de un usuario de Twitter.
En la escuela catalana no se adoctrina. Nunca.
— Guaje Salvaje (@GuajeSalvaje) February 5, 2018
Por eso, en el carnaval de Torrelles de Llobregat baja un vehículo caracterizado como el barco Piolín, con simbología indepe, y repleto de niños disfrazados de policías.
Lo normal. pic.twitter.com/EdB5oZojVd