"No es momento de algaradas". Lo dijo ayer el presidente del Gobierno y en esa siguió este martes el portavoz parlamentario del PP, Alfonso Alonso, quien alertó en el Congreso de las duras medidas que tendrá que tomar el Ejecutivo en los próximos Presupuestos Generales del Estado. Alonso negó que se retrasen esos ajustes, y la petición de un rescate para España, hasta después de las elecciones autonómicas en Galicia y el País Vasco:
"Aquí nadie esconde ninguna carta. Se presentarán todos los esfuerzos, todos los ajustes que sean necesarios realizar también el año que viene y algunas decisiones no serán fáciles".
Dijo además ser consciente de cuál es el efecto que el cálculo electoral tiene en la credibilidad de un partido político: "Todos tenemos que escarmentar en cabeza ajena y ya vimos lo que le pasó al PSOE. Escondió la crisis, ganó las elecciones, pero hoy está en la peor situación de su historia. Queremos ganar las elecciones pero no a cualquier precio. Yo he visto un partido el PSOE que ganó las elecciones engañando sobre la crisis hoy tienen 110 diputados, el peor resultado de su historia. ¿Cuál es el efecto entonces de actuar con engaños? Sabemos perfectamente lo que ocurre después".
La duras medidas que tendrán que llevar a término en los próximos meses fue el motivo por el que el portavoz popular pidió responsabilidad a dos dirigentes políticos. El primero, de su partido, el presidente extremeño, José Antonio Monago, de quien dijo: "Yo creo que una golondrina no hace verano. La opinión del señor Monago es la opinión del señor Monago y tiene que entender cuál es el límite de sus competencias y de sus responsabilidades". Alonso advirtió a su colega de formación de que "hay que ser muy respetuoso, muy cuidadoso y muy responsable, especialmente en materia fiscal" y pidió "no jugar con el tema fiscal". Concluyó diciendo que está "seguro de que esto lo puede entender perfectamente el señor Monago".
El segundo mensaje de llamamiento a la prudencia y a la responsabilidad fue para el presidente catalán, Artur Mas: "la actitud del presidente de la Generalitat en este momento es populista. ¿Es que los problemas de Cataluña se van a resolver con una independencia o un pacto fiscal? ¿Eso son soluciones mágicas a un problema tan complejo?". El responsable parlamentario popular puso su mirada en el día después para centrarse en los problemas financieros de la Generalitat catalana. "Yo lo que puedo decir es que no vamos a entrar y que después del día 11 de septiembre vendrá el 12 y habrá que seguir hablando para ver cómo se pagan las facturas y cómo se garantizar los servicios públicos".