CiU obtendría los mejores resultados de su historia de celebrarse en estos momentos comicios generales, mientras que PP y PSC sufrirían un verdadero descalabro electoral.
Según el sondeo de Feedback para La Vanguardia, el partido de Artur Mas lograría hasta 30 escaños y un porcentaje de voto superior al 37%. Lo más cercano a un resultado semejante se produjo en 1986 y 1989, cuando la coalición nacionalista obtuvo algo más del 32% de los votos y 18 escaños.
Mientras, las expectativas del PSC descienden hasta nueve diputados –ahora tiene 14, y hace sólo cuatro años obtuvo 25-, con una estimación de voto del 18%: nueve puntos menos que en noviembre del 2011 y alrededor de 27 por debajo de su porcentaje en los comicios de 2008.
El derrumbe de los socialistas catalanes se vería acompañado por una caída del PP –en torno a tres puntos y dos escaños-, lo que situaría a la formación de Sánchez-Camacho a los umbrales de voto de la década de los noventa –un 18,2% de los sufragios y nueve escaños-, antes de su llegada al Gobierno.
También se produce un leve avance de ICV y ERC: los sandías obtendrían un 14% de los votos y cinco escaños, mientras que Ezquerra, con cuatro escaños y un 8% de los votos, obtendría su segundo mejor resultado histórico.