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Feijóo, ante una cita clave para Galicia y para España

Todos los focos vuelven a estar sobre Fejóo. Está seguro, tranquilo, pero dará guerra en estos quince días. Su balance económico le avala.

Todos los focos vuelven a estar sobre Fejóo. Está seguro, tranquilo, pero dará guerra en estos quince días. Su balance económico le avala.

De nuevo, todo queda en manos de Alberto Núñez Feijóo. En las anteriores elecciones, celebradas en 2009, su triunfo permitió respirar a un Mariano Rajoy cuyo liderazgo interno languidecía tras su segunda derrota en las urnas. Ahora, los comicios gallegos se entienden como una reválida a las medidas emprendidas no solo a nivel autonómico, sino también nacional, para salir de la crisis económica. Unas elecciones decisivas para un hombre, el candidato del PP, que esta misma semana se mostró tranquilo y seguro.

Feijóo despachó este lunes relajado con los periodistas en Madrid. Sabe que los focos de atención están puestos sobre él a nivel nacional, pero no le aturde. Nunca ha tenido miedo a los medios, con los que habla con naturalidad. De tú a tú. Y en ese contexto dice que apoya los Presupuestos Generales del Estado porque es "como enfadarte con el doctor cuando te dice que tienes cáncer". El problema, lisamente, es que no hay dinero y la situación es de emergencia nacional.

Principalmente, habla de Galicia. El presidente se conoce su tierra, sus pueblos. En eso coincide con Rajoy: se ha pateado cada rincón gallego. En sus discursos prima su territorio por encima de cualquier otra cosa. Y a sus ciudadanos les pide que compare balances antes de acudir a las urnas a votar. Feijóo ofrece las cuentas más saneadas del conjunto de las comunidades autónomas; el pago a los proveedores está al día, no solo funcionan los hospitales sino que se abren y no hay problemas con los medicamentos.

Su gran prioridad, así lo repite cada vez que sube al atril, es la economía. Seguir trabajando para que Galicia resista el envite y pueda crecer. Asegura solemne que no tendrá que acudir al fondo de ayuda del Estado porque, mientras otras comunidades hacían como si nada, él emprendía la criba de lo superfluo, pagaba facturas y ponía las cuentas al día.

Según el jefe de campaña del PP, Alfonso Rueda, Feijóo "no se presenta contra nadie, sino que su único rival es la crisis económica". Pero en este análisis se pide que se vea al resto de opciones políticas: un PSOE centrado en guerras internas, un BNG sin liderazgo pero echado al monte, una Izquierda Unida que -por primera vez- tiene opciones de entrar en el Parlamento... Si algo produce temor en la sociedad, aseguran los populares, es que se reedite el bipartito -o cuatripartito, incluso- y Galicia quede gobernada por "independentistas, comunistas y quienes no saben gestionar".

De lo que se trata, dicen los estrategas de Feijóo, es de cuidar "las cosas del comer", y en ello incide el candidato. Las encuestas les avalan, aunque no lo quieren decir muy alto. Está muy presente el estrepitoso fracaso en Andalucía, si bien no hay ningún sondeo interno que no le otorgue mayoría absoluta. Podría hacer daño la formación de Mario Conde, no porque pueda arañar un escaño sino porque le pueda quitar uno al PP consecuencia de los restos. El barón popular se mostró seguro, si bien su forma de ser le impide ser de otra manera.

Rajoy observará muy atento al transcurrir electoral, y participará en él. Sin ir más lejos, este sábado tiene el reto de llenar la plaza de toros de Pontevedra junto a Feijóo. Volverá una vez más, en el cierre electoral. Confía plenamente en que podrá conseguirlo, y le agradece su apoyo al Ejecutivo. Arrancan quince días intensos, con 500 actos electorales, y un lema: Galicia, primero, pero siempre dentro de España.

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