El conflicto diplomático con Reino Unido sube de tono a propósito del hostigamiento al que Gibraltar somete a los pesqueros de la bahía. A pesar de las amenazas, y de que ambos países hayan llamado a consultas a sus embajadores, España ha querido dejar claro que, pase lo que pase, los barcos volverán a unas aguas que consideran suyas, con los tratados internacionales en la mano.
Tanto es así que el ministro del ramo, José Manuel García Margallo, utilizó el foro de la Cumbre Iberoamericana para anunciar que la Guardia Civil “protegerá” a los ciudadanos españoles, amén de que sigan las negociaciones con Reino Unido -cabe recordar que España no reconoce al peñón como interlocutor-. “El conflicto lleva 300 años, ha habido un conflicto puntual”, contextualizó el ministro, que recalcó contundente que “los pescadores seguirán faenando”.
“Siempre estamos dispuestos” al diálogo, continuó, con una nación que consideran “amiga”, si bien dejó claro cuáles son las líneas rojas: las aguas son españolas, respondió a preguntas de los periodistas.