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Arenas y Basagoiti, a la espera de una crisis de Gobierno que no llega

Soraya sigue como pieza angular del gabinete. Arenas y Basagoiti, a la espera. El Gobierno admite el desgaste, pero no escucha tambores. 

Soraya sigue como pieza angular del gabinete. Arenas y Basagoiti, a la espera. El Gobierno admite el desgaste, pero no escucha tambores. 
Rajoy saluda, en la presentación de su equipo | Moncloa

Por el desgaste político y personal, podría parecer que Mariano Rajoy lleva en el cargo mucho más de lo que dice el calendario. Pero el de este seis de diciembre será su primer aniversario de la Constitución como presidente. Hace un año, refrendado ya por las urnas, todavía se articulaba el lento traspaso de poderes. Otrora, no descartaba la subida del IVA hasta comprobar la situación de las paupérrimas cuentas. 365 días después, al IVA ha sumado el IRPF y las pensiones. Todo por "una obsesión" que "nos hará ganar de forma definitiva la credibilidad", según su gabinete: el déficit público.

"Cada uno tiene sus recetas, yo tengo las mías", proclamó en ese lejano diciembre de 2011. Con su programa electoral hecho trizas, el presidente se marca como única prioridad cumplir con el compromiso clave adquirido con Bruselas: el déficit. Moncloa admite que es "casi imposible" llegar al 6,3%, pero que en ello se concentran todos los esfuerzos. Las comunidades no lo están poniendo fácil, y Cristóbal Montoro desliza que la cifra se podía quedar en el 7%. "Todo está negociado. No daremos un paso en falso sin contar con Bruselas".

Todos los miembros del gabinete consultados admiten el deterioro, el cansancio, incluso -en ocasiones- el hastío ante el año "más duro de la crisis" en el que se han acumulado las malas noticias. 365 días de tensión permanente, para todos. Trece personas, los ministros, están pendientes de esos tambores de cambios que a veces parecen sonar. También los candidatos a entrar en el Ejecutivo. De momento, Rajoy no tiene intención de mover esa pieza. O eso dicen los protagonistas.

¿Habrá crisis de Gobierno? "Rajoy está en otra crisis. La económica. Nada de eso he escuchado, ni he preguntado, ni me preocupa", fue la lacónica respuesta de un ministro muy afín al presidente, que con él estuvo en los duros momentos de oposición. La versión extendida es que habrá que esperar a las elecciones europeas, en 2014. Un mundo en política. "De eso, de momento, no hay nada", añade otra fuente.

A la espera: Arenas y Basagoiti

En el PP se habla de reforzar el perfil político del gabinete, más aún si los planes se cumplen y en 2013 se reinvierte la situación económica. Se da por hecho que Rajoy elevará al caído en Andalucía: Javier Arenas. "Vente conmigo a Galicia", le dijo en la reciente campaña electoral. Pueblo a pueblo, parándose en tabernas y tomando una caña, estrechando manos. Dejándole claro que sigue contando con él, y que solo tiene que esperar un poco. "Si busca un político, ése es Javier. Es su única salida", analiza un ministro.

La otra pieza para blindar al Ejecutivo desde ese prisma podría ser Antonio Basagoiti, coinciden varios consultados. Se quedó presidiendo el PP vasco porque así se lo requirió Rajoy en persona, aunque no volverá a ser candidato a lehendakari una vez más. Muchos incluso ya le han encontrado cartera: Interior. El propio Jorge Fernández Díaz ha tirado de él en más de una ocasión para asesorarse sobre política antiterrorista, y en Moncloa tienen constancia de ello.

Sáenz de Santamaría, pilar del Gobierno 

Si fuera por incendios políticos, prácticamente ningún ministro se salva. Incluso existen rifirrafes entre ellos mismos, como el sonado enfrentamiento entre José Manuel Soria y Montoro. También la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, ha tenido que hacer frente a momentos muy complicados. Si bien, si en algo convienen todas las fuentes consultadas, es que, llegue cuando llegue, la crisis de Gobierno no se llevará por delante a la mano derecha del jefe. "Su poder lejos de menguar ha ido a más y le avala su trabajo. Rajoy confía en él y los ministros también", aseguran en Moncloa.

Los consultados creen que abrir hoy el melón agravaría más la situación. Y, en clave interna, podría incluso quemar al repuesto gubernamental. A las puertas de un Consejo Europeo decisivo y en el cierre de un ejercicio con el desempleo disparado, la economía lo sigue centrando todo. Tampoco está cerrada la puerta del denominado rescate: "Si nos aseguran que la prima de riesgo baja a 200 puntos, mañana mismo pedimos la ayuda del Banco Central Europeo".

Así llega el presidente a su primera onomástica de la Carta Magna. "No podemos elegir entre quedarnos como estamos o hacer sacrificios. No tenemos esa libertad. Las circunstancias no son tan generosas", destacó él mismo al anunciar el más duro de sus paquetes de ajustes. Pero, pese a todo lo sufrido, Rajoy cree que su mandato es el único posible para sacar a España del agujero. Y proclama: "Lo peor ha pasado". Tal vez cuando las aguas bajen menos revueltas haya renovación ministerial: "Pero de eso, de momento, no hay nada".

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