Muchos de ustedes recordarán el por entonces famoso "caso Nevenka": corría el año 2001 y una concejal popular del ayuntamiento de Ponferrada denunciaba a su propio alcalde, Ismael Álvarez, nada más y nada menos que por acoso sexual.
Cómo era de esperar, las críticas contra el acusado y el PP fueron inmisericordes, e incluso después de que Álvarez resultase condenado, la por entonces secretaria de Igualdad del PSOE, Micaela Navarro, lamentaba que la condena era "irrisoria".
Tras ser condenado, Álvarez dimitió de todos los cargos y dejó la política activa, pero en las últimas elecciones municipales volvió a presentarse, en esta ocasión por un partido independiente creado para la ocasión.
Obtuvo cinco concejales y eso sirvió para que el PP no lograse, por un edil, revalidar su mayoría absoluta. Ahora el PSOE, cuyo candidato Samuel Folgueral logró en esas elecciones los peores resultados de la historia del partido, pacta con Ismael Álvarez para llegar a la alcaldía. Y además con la ironía de que el pleno en el que se tramitará la moción será el próximo 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer.
"Quieren hacer pagar al PP su factura"
En conversación telefónica con Libertad Digital el todavía alcalde, Carlos López Riesco, destaca que los dos grupos que han presentado la moción no han expresado "una razón clara" que justifique el cambio municipal y que "ni siquiera hay un programa de Gobierno", algo que no será fácil ya que se trata de dos formaciones que "están en las antípodas ideológicas".
El pacto entre el PSOE y la formación de Ismael Álvarez pasa, según se ha publicado, porque éste dimita tras la moción, pero el actual alcalde asegura que, aunque dimita, "será el que tome las decisiones" y "el PSOE será su rehén".
Para Carlos López Riesco la principal razón para la moción es el deseo de Álvarez de vengarse de los populares, ya que éstos no lo eligieron como cabeza de lista en las pasadas elecciones después de que él pidiera ser candidato: "Desde ese momento se puso como objetivo hacer pagar al PP esta factura".
Un ayuntamiento razonablemente saneado
Siempre según la versión de Carlos López Riesco, la situación del ayuntamiento leonés no justifica en ningún caso la moción de censura. Así, pese a que el presupuesto se ha reducido desde los 72 millones a menos de 50, el alcalde asegura que "no hay recortes" en los servicios que presta el ayuntamiento y eso que en los últimos años "se han congelado los impuestos municipales".
López Riesco admite que, como prácticamente todos los ayuntamientos de España, en Ponferrada "lo estamos pasando mal", pero también asegura que una gestión eficaz les está ayudando a superar la crisis: "Hemos reducido la deuda financiera en 9 millones de euros en los últimos años y en el plan de proveedores pedimos sólo 8 millones, muy por debajo de la media para una ciudad de nuestro tamaño".
El silencio del PSOE
Lo más llamativo de todo el asunto es que el PSOE, que en su día ataco con mucha dureza a Ismael Álvarez y que hace sólo unos días pedía la dimisión de Toni Cantó por unas declaraciones sobre denuncias falsas, prácticamente no se ha pronunciado sobre la cuestión.
Sólo ha elevado su opinión la agrupación local de la ciudad de León, desde la que han asegurado que la decisión "no responde a valores éticos y perjudica al PSOE en su conjunto"; y también han elevado su voz algunos alcaldes como los de Villablino y Villafranca del Bierzo.
Del mismo modo, Carlos López Riesco asegura que muchos socialistas de la provincia "me han llamado para decirme personalmente que están en contra", pero ni a nivel provincial, ni el PSOE de Castilla y León, ni por supuesto Ferraz, se han pronunciado al respecto.
López Riesco tiene claro las razones de este silencio: "Si los propios que promueven la moción no aparecen por los medios y están escondidos es por algo: porque esto es sólo un quítate tú pa ponerme yo".