Menú

Rajoy impone el silencio sobre el alcance del recorte al gasto del Estado

Rajoy reúne a su núcleo económico en Moncloa. Promete desatascar la reforma energética y avanzar en materia de liberalizaciones. 

Rajoy reúne a su núcleo económico en Moncloa. Promete desatascar la reforma energética y avanzar en materia de liberalizaciones. 
Rajoy en su escaño, junto a otros miembros del Gobierno | D. Crespo

Con el mazazo del último dato de desempleados en España, el Gobierno reconocerá este viernes ante la opinión pública que en 2013 el escenario seguirá siendo muy negro. Más paro y decrecimiento económico, reconocen. Así quedará de manifiesto en el revisado cuadro macro-económico, que apuntará a una caída del PIB -el Producto Interior Bruto- de entre el 1,2 y el 1,5%. Todos los países del entorno, desde Alemania a Francia pasando por Reino Unido, están modificando a la baja sus previsiones económicas, se encargó de remachar Mariano Rajoy esta misma semana.

La batalla, intentan convencer en el Gobierno, no está perdida pese al oscuro panorama. "Hay que perseverar en las reformas", se insistía sólo horas antes de que, junto al cuadro macro, el Consejo de Ministros apruebe el segundo plan de ajustes que será remitido a Bruselas. "Lo hacemos con un único objetivo: sacar a España adelante. No hay otra solución que seguir con nuestra política económica", asegura un miembro del núcleo duro del presidente. La clave pasa, dice, por combinar recetas de austeridad con otras de estímulo, dándole "una pensada" a aquellas medidas destinadas a reactivar el empleo.

Máximo secretismo en Moncloa

Todo se está llevando a cabo con el mayor sigilo, con secretismo. Al estilo Rajoy, reacio siempre a las filtraciones. Tanto que en la reunión de Secretarios de Estado y subsecretarios que presidió Soraya Sáenz de Santamaría el miércoles no se dio detalle de esas "partidas" que, según el propio presidente, van a sufrir "recortes" en el gasto relativo a las partidas del Estado. Nada se comentó, ni un solo dato, según fuentes consultadas. El grueso del paquete a presentar se analizó en la Comisión Delegada para Asuntos Económicos, que se celebró este jueves a las diez de la mañana en Moncloa bajo la ley del silencio.

La Comisión estuvo presidida por Rajoy, y en ella no están representados todos los ministerios si no únicamente el núcleo económico. Fue un despacho "extenso" que tendrá continuación el mismo viernes, en un Consejo de Ministros que se prevé largo. Oficialmente se insistió en que no habrá "grandes sustos" en tanto en cuanto no se tocarán los tributos -"No habrá impuestos este viernes", en palabras del presidente-, se mantendrán las ayudas al desempleo y únicamente se enunciará la reforma de las pensiones, en la que aún se trabaja antes de empezar la negociación con los partidos y agentes sociales.

Lo que hará el Ejecutivo este viernes es presentar las líneas generales del plan que pretende desarrollar en los próximos trimestres, y que tendrá que contar con el plácet de la UE. Mucho de lo que allí se escriba ya suena en los círculos político-periodísticos: la reforma energética, la ley de unidad de mercado -que podría suponer un ahorro de 1.500 millones de euros al Estado-, la liberalización de sectores clave como telecomunicaciones o transportes o la ley de emprendedores, que incluirá beneficios fiscales puntuales para pymes y autónomos. Todo ello sin contar con la reforma de la administración, que tendrá apartado propio, y de la que en mayo-junio se empezarán a conocer novedades importantes.

El mantra parece claro: reducir las trabas burocráticas y conseguir que las empresas se puedan financiar a menor coste y generar empleo. También revisar aquellas políticas que tienen por objeto que los españoles vuelvan activamente al mercado laboral. Pero se mantiene la duda de qué más podría traer este viernes: "No podemos reducir más", se quejan desde algunos departamentos ministeriales. El miércoles, en el Congreso, los miembros del gabinete quisieron, no obstante, mandar un mensaje de tranquilidad, si bien algunos decían desconocer la magnitud de esos "recortes" avanzados por Rajoy.

Revisión del déficit público

Como dato positivo, los informes ya contemplan la revisión del objetivo de déficit público ventajosa para España. Dos años más de margen y, en el caso de 2013, una relajación de la meta pasando del 4,5% al 6%. Esto tendrá repercusiones para las comunidades autónomas, un tema también muy enquistado. Para el Ejecutivo, "es la prueba más visible de que la UE sabe que estamos cumpliendo", pero también la confirmación "de que estamos en un contexto muy negativo" en todo el marco comunitario, según un ministro consultado.

No está previsto que el presidente comparezca al término del Consejo. Tiene rueda de prensa el domingo, en Granada, en compañía del primer ministro de Irlanda y presidente de turno de la UE, Enda Kenny. Un día después, también en la ciudad andaluza, Luis de Guindos intentará vender el programa de reformas al titular de finanzas alemán, Wolfgang Schaüble.

Rajoy suele decir que tiene clara la senda, y que no desfallecerá. De ahí que no tenga inconveniente en advertir de que en julio o en septiembre podrían llegar nuevos ajustes, incluso volver a tocar los tributos pese a lo impopular de la medida y el hecho de que cada vez esté más cerca el periodo de elecciones. En todo caso, espera no tener que tomar esa decisión, que sería durísima para sus intereses. Este viernes, será Sáenz de Santamaría quién dé la cara ante los ciudadanos; les dirá que no hay otro camino para salir de la honda crisis económica. 

Temas

En España

    0
    comentarios