José María Aznar llevaba semanas, en silencio, acumulando portadas de El País en su contra. La última implicaba directamente a su familia con la trama Gürtel, a través de Francisco Correa. Y estalló: "En aquel momento, era un invitado personal por parte del novio a la boda y nadie conocía esas actividades. ¿Cómo se puede decir que se ha recibido regalo de una trama criminal y delictiva? ¿Cómo se puede decir?", argumentó.
El expresidente se contestó así mismo: "El grupo Prisa", dijo, "se distingue con su animadversión hacia mí, por su odio". Ya desde su etapa en la oposición, según continuó: "Intentó impedir que llegase al Gobierno", fueron sus palabras.
A renglón seguido, utilizó varios minutos de su entrevista en Antena3 para recordar de qué se le había acusado a través del rotativo, para terminar en que todo "es mentira". De hecho, tras presentar una primera demanda, después la amplió una vez fueron aumentando las publicaciones. "Es la demostración del intento de destruir, no pudiendo destruir hechos –cuando yo era presidente del Gobierno–. Se intenta destruir el honor personal de una familia pero pinchan en mucho hueso y no conseguirán sus objetivos", se reafirmó Aznar.
Acogiéndose precisamente a la situación económica del grupo del diario El País, en una situación "casi de bancarrota", el expresidente remató: "Lo que más me preocupa es que Prisa se declare insolvente", afirmó, y así "no pueda pagar por tanta infamia y falsedad".