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Aznar, "muy tranquilo", mantendrá su diagnóstico en los próximos días

Desde Nueva York, observa la expectación que ha generado su entrevista. Era consciente de ello, pero está "muy tranquilo".

Sólo unas horas después de convulsionar el panorama político nacional, José María Aznar ya volaba a Estados Unidos. El expresidente era plenamente consciente de la dimensión que iba a tener su entrevista: sus silencios previos siempre habían sido muy calculados y su entrada en escena, también. "Ha dicho lo que tenía que decir, ni más ni menos. Ya era hora", se defendía su entorno.

Este jueves, desde Nueva York, Aznar transmitía su absoluto sosiego a pesar de seguir acaparando portadas. "Está trabajando" en sus tareas como presidente de la Fundación FAES y lo hace "muy tranquilo", según interlocutores directos. Esto es, se mantiene en que tenía que dar el paso y reclamar un regreso al programa electoral del PP.

Un diagnóstico que mantendrá, aseguran, los próximos días, con citas muy reseñables y que coparán toda la atención. La primera este mismo lunes, unas pocas horas después de que Mariano Rajoy reúna a sus barones en Génova13, y para hablar, ni más ni menos, que de las figuras liberal-políticas conservadoras.

Junta él, en su vuelta al Congreso de los Diputados, estará el sector pata negra de su fundación: Ignacio Astarloa y Cayetana Álvarez de Toledo. Pero también se verá con quien el miércoles le cerrara las puertas a un posible regreso a la primera línea: "El paso del tiempo es inexorable. Él y todos los que estuvimos con él nos sentimos muy orgullosos de aquella etapa, pero las cosas se van para no volver", declaró Jesús Posada, hoy presidente de esa casa pero otrora ministro de su gabinete.

Aznar no se achantará a pesar del barullo. Tampoco cuando el 10 de junio tome la palabra en el foro Siglo XXI, plataforma en la que los políticos suelen explayarse y hacer diagnósticos en profundidad. El Gobierno y el PP ya esperan con cierta angustia la cita, aunque insisten en que no ven en la entrevista del expresidente más que un severo toque de atención y el reconocimiento de un descontento que, en privado, era harto conocido.

En Cali, Rajoy evita pronunciarse

Desde Cali, Colombia, Rajoy volvió a negarse a hablar de su antecesor. En Moncloa dan el asunto por resuelto y, oficialmente, la dirección nacional de los populares nada tiene que decir sobre las palabras de su presidente de honor. El enfado se transmitió en privado y ahora esperan acontecimientos.

Como gesto de que todo sigue igual, el comunicado por vía de urgencia que el PP envió sobre los pagos a Miguel Blesa, cuya información a quién más podría dañar es al propio Aznar. Si bien, incluso cargos populares llegan a reconocer que fue "incomprensible" el silencio de Génova "ante los últimos ataques de Prisa", implicándole desde en la trama Gürtel a la presunta financiación irregular. Y este hecho, no cabe ninguna duda, también influyó en el tono frío del expresidente ante la audiencia millonaria.

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