Francia es uno de los estados más centralizados de Europa. El respeto a las lenguas minoritarias, como el catalán en el Rosellón, destaca por su marginalización oficial. Sin embargo, Artur Mas se siente a gusto en Francia. Y eso que el ejecutivo francés le ha dado calabazas pero el presidente del Gobierno catalán, lejos de avergonzarse, ha sacado sus propias conclusiones. Para el convergente, en "Europa confían o piensan que hay posibilidades de llegar a un acuerdo con el Gobierno español". Además, se erige en defensor de la Carta Magna y dice "que la Constitución prohíbe que Cataluña se declare independiente" pero "nosotros sí podríamos organizar un referendum si el Gobierno español quiere".
Quiere que SNCF gestione "Rodalíes"
Quedan 3 años para que los cercanías catalanes puedan cambiar de operador. La Generalidad tiene traspasadas las competencias desde 2010 aunque es Renfe quien tiene el contrato de gestión. Sin embargo, hoy Mas se ha ofrecido al presidente de SNCF, la empresa de ferrocarriles públicos franceses, para que puedan hacerse cargo de los trenes de proximidad catalanes a partir de 2016. "Tienen ganas de hacer cosas en Cataluña" y "éste es un terreno que hay que ir explorando", dice Mas en París.
Plantón del Gobierno francés
Peor suerte ha tenido Mas con el ministro francés de Defensa. Jean-Yves Le Drian iba a reunirse con el presidente de la Generalidad en calidad de presidente de la "Conferencia de las Regiones Periféricas Marítimas de Europa", pero el gobierno catalán lo publicitó con su cargo ministerial. Finalmente, y alegando "problemas de agenda", Le Drian suspendía el encuentro. El secretario de Convergencia Democrática de Cataluña, Josep Rull, ha justificado el plantón "la cancelación de esta cena responde a temas del ministro de Defensa francés. De hecho fue pedida por el propio ministro".