El sonido de las bocinas y los pitidos fueron una constante en el acto inaugural de la nueva línea AVE que une a Madrid y Alicante. Se hicieron especialmente patentes cuando tomó la palabra don Felipe, al explotar unos petardos. El humo se veía desde los asientos reservados a las autoridades.
Los incidentes se desarrollaron en las proximidades de la estación de tren de Alicante. Según informa EP, diversos colectivos, como el de afectados por las preferentes, se reunieron en los aledaños portando varias banderas republicanas y una pancarta en la que se denunciaba "el derroche y la aberración" que, a su juicio, significa el AVE. Según la citada agencia, no eran más de 300 personas.
Durante la protesta se produjeron algunos momentos de tensión con los agentes y fuerzas de seguridad del Estado, que habían acordonado la zona. Un radical llegó a agredir a un policía, mientras otros tantos tiraban piedras a los 70 agentes que acordonaron la zona.