El clima de entendimiento se consolida solamente a medias. Mariano Rajoy arrancó del líder de la oposición su disposición a pactar la reforma de la administración. Si a ella se unen las comunidades autónomas, el acuerdo parece más que factible. Sin embargo, la posibilidad de sellar una alianza sobre las pensiones se aleja cada vez más. Para empezar, ni tan siquiera trataron la espinosa cuestión en el despacho que mantuvieron en la Moncloa, por espacio de dos horas y media.
Aunque el Consejo Europeo centró la reunión, el interés de los medios -ambos comparecieron en rueda de prensa, por separado- estaba en la posibilidad de lograr más consensos. En la reforma de la administración parece posible: "Voluntad de diálogo y, ojalá, de acuerdo", repitió varias veces Alfredo Pérez Rubalcaba. Puso un requisito: "Es imprescindible que se cuente con las comunidades autónomas. Le he recordado que Griñán -presidente andaluz- ya manifestó su voluntad de acuerdo". Y, en este sentido, le instó a convocar la Conferencia de Presidentes, si bien aún no hay fecha.
Es inusual que Rajoy salga en rueda de prensa tras recibir a un invitado que no sea jefe de Estado o de Gobierno. Pero lo hizo. "Hemos hablado de un tema de la mayor importancia: la reforma de la administración", reconoció, para destacar que "no es una cuestión ideológica" y abrir así las puertas al pacto.
En todo caso, Rajoy sí quiso recordar que el PP "tiene mayoría para gobernar". Un aviso a navegantes a tenor de los asuntos que siguen pendientes, en especial las pensiones. El presidente desveló, en relación al Consejo Europeo de la próxima semana, que ya ha hablado con sus principales homólogos comunitarios.