Mariano Rajoy llegó a la sede comunitaria entre mensajes contradictorios. Por un lado, Alemania advirtió que no se deben esperar grandes titulares del Consejo Europeo que da inicio. Por otro, España cree que se cumplirán sus expectativas y se lograrán medidas concretas. La cumbre arrancó con un retraso de más de una hora y tras varias reuniones bilaterales en las que el presidente no participó, si bien la negociación no fue tan compleja como hace un año. A la una de la madrugada la reunión ya había concluido y el Ejecutivo aseguró que las negociaciones van "por buen camino" a la espera de las conclusiones.
Tras atar definitivamente los presupuestos comunitarios, la delegación española da por descontado que recibirá de Bruselas hasta 2.000 millones de euros -se esperan 1.900- en empleo juvenil en un espacio muy concreto: los próximos dos años. Ésta ha sido una de las exigencias clave de Rajoy en los últimos meses; que las ayudas se pudieran materializar cuanto antes. Ahora, el Gobierno tiene que enviar un plan detallado de ejecución a la UE antes del mes de octubre. En él, se tiene que certificar que, en el plazo de cuatro meses desde que se termine la carrera universitaria, un joven tiene que poder alcanzar una plaza laboral, un contrato en prácticas o curso de formación.
De lo que ya no se habla en el Gobierno es de la propuesta hecha por Rajoy en París, en compañía de François Hollande, de que esas ayudas no cuenten en el objetivo de déficit, evitando así la penalización de las instituciones comunitarias. "No es lo más importante", restaron importancia fuentes de la Moncloa con la negociación ya en curso.
La segunda petición de Rajoy a sus socios será en materia de pequeñas y medianas empresas. En el papel, España insta a incrementar el volumen total de fondos del Banco Europeo de Inversiones (BEI), pero el Consejo no aprobará medidas concretas. La delegación española desliza que los jefes de Estado y de Gobierno instarán a que el ECOFIN decida en el mes de julio, cuando tienen una nueva reunión. Hay tres propuestas en el marco de la Comisión con las que se podrían movilizar entre 50.000 y 100.000 millones de euros: España pide la que más fondos aporta, aunque admiten las fuentes consultadas que es la más compleja de todas.
La otra de las patas de la negociación se centra en la integración bancaria. En este punto, el Gobierno asegura que se cumple el calendario y el año que viene por estas fechas el supervisor único ya estará funcionando. Además, destacan que el ECOFIN ha aprobado un reglamento comunitario, un instrumento muy importante para acabar con las trabas existentes.