Ofelia Acevedo no se limitó a dar las gracias por el premio que recibía, que lleva el nombre de su marido fallecido por defender la libertad en Cuba: Oswaldo Payá. Fue valiente y enormemente reivindicativa. Ante la cúpula nacional de los populares, no guardó silencio ante la situación judicial que atraviesa Ángel Carromero, al que considera víctima de un "funesto atentado". Pasó de la emoción inicial a una contundencia fuera de toda duda: "Ángel es inocente", dijo sin titubear, para instar al Partido Popular -que le entregaba el galardón- a que "en honor a la verdad y como acto de justicia" haga todo lo posible para la “libertad total” del dirigente de Nuevas Generaciones.
El premio "Oswaldo Payá" tiene por objeto apoyar a aquellas personas o colectivos que enarbolan la bandera de la libertad allí donde se acometen injusticias. Dedicándose, en su primera edición, a la figura del disidente cubano: "Dio toda la vida por su patria y por la reconciliación de sus compatriotas", enfatizó Esteban González Pons, saludando de forma emotiva a su viuda y a su hermano Carlos, muy crítico con el Gobierno. El vicesecretario general se acordó de Carromero, pero sin meter el dedo en la llaga: "No quiero olvidarme de él. Las cuestiones jurídicas siempre serán jurídicas y las políticas, políticas. Pero sus amigos políticos nos acordamos hoy de Ángel", afirmó.
Sin embargo, Acevedo tenía muy claro que tales referencias no eran suficientes. No sólo compartió el premio con Carromero, sino que denunció el trato que está recibiendo por parte de la Justicia. "Es un escándalo que permanezca condenado por un delito que no ha cometido", afirmó ante unos populares que se han puesto de perfil, dejando en manos de Exteriores toda respuesta. "Me hubiera gustado que Ángel estuviera aquí", destacó. Pero no es posible, según su relato: "Unos grilletes le mantienen preso en la comunidad de Madrid".
Para la viuda de Payá, no hay ninguna duda de lo que ocurrió el 22 de julio de 2012, cuando su marido perdió la vida: fue un atentado. "La dictadura cubana cumplió sus múltiples amenazas de muerte", defendió con la voz entrecortada. Por todo, ello, en conversación informal con periodistas, rechazó hablar de "accidente" para seguir reclamando una investigación sobre los hechos.