Hoy por hoy, la posibilidad de una alianza de fuerzas constitucionalistas para frenar el órdago secesionista es una auténtica quimera. De hecho, desde la propuesta, el Partido Popular y Ciudadanos parecen más alejados que nunca y ni tan siquiera se han reunido. "No quieren ni sentarse en la mesa a hablar de cómo defender una España plural", denunció María Dolores de Cospedal, que se mostró visiblemente enfadada con Albert Rivera.
La concentración de Barcelona con motivo de la Fiesta Nacional supuso el último choque. Desde esRadio, Rivera lanzó la pulla: "Eché en falta a algún ministro del Gobierno de España". Una queja que, poco después, encontraba una contundente réplica de la número dos del PP: "Ya me extrañaba a mí que no se quejara de algo", inició tirando de ironía.
En la dirección nacional reconocen su enfado con Ciudadanos, que va a más. Creen que "nunca" han tenido intención de "pactar nada"; que sueltan el titular "pero simplemente para tratar de dejarnos en evidencia". Aunque dijo que no contestaba a Rivera "directamente", sí que entró de lleno en su denuncia: "Era una manifestación en la que tenían que estar presentes los partidos" y "no los gobiernos", quiso zanjar.
Una vez hecho este planteamiento, recordó que la histórica cita "contó con la adhesión del PP y una participación muy intensa" de la formación. "Mucho más que la de ningún otro partido, incluido el que representa este señor. De lejos. Mucho más", llegó a decir.
Para Cospedal, la presencia del "PP de España" quedó muy clara con "nuestros símbolos e identificaciones". E incluso metió su particular pulla a algunos medios de comunicación: "Algunos les quieren dar más relevancia a los que estaban allí sumándose -en relación a Ciudadanos- que a nosotros que lo estábamos haciendo", afirmó en rueda de prensa, en Génova13. "Todo el mundo es bien recibido".
A pesar de todo, los puentes no están definitivamente rotos. A puerta cerrada, en el marco del Comité Ejecutivo, Alicia Sánchez Camacho mantuvo su disposición a llegar a acuerdos con quienes no quieren la ruptura. No excluyó a nadie, tampoco al PSC y Unió.