En el segundo volumen de sus memorias, titulado El compromiso del poder y editado por Planeta, José María Aznar recoge, entre otras cosas, sus "diarios del 11-M". En el adelanto que ha ofrecido la editorial, se recogen apuntes de dichos diarios y reflexiones adjuntas del expresidente del los días 11 y 13 de marzo de 2004 y 13 de abril.
Llama especialmente la atención sus reflexiones sobre un informe que pidió a Jorge Dezcallar -entonces director del CNI- con su análisis sobre el atentado y la cuestión de la autoría. Según desvela José María Aznar, dos días después del atentado, aquel día 13 de marzo, Dezcallar le remitió su informe en el que se decía, según el libro de Aznar:
"No estamos en condiciones de respaldar o rechazar ninguna de las dos grandes alternativas en presencia. Ni antes ni después del atentado se ha detectado absolutamente nada ni dentro ni fuera de España que pudiera indicar una preparación o satisfacción por lo que ha ocurrido. El silencio es total, como atestiguan todos los contactos mantenidos con los servicios de Inteligencia de nuestro entorno o el mundo árabe. Nadie ha detectado nada, ni antes ni después (y eso que la NSA de Estados Unidso lleva veinticuatro horas dedicada a este tema con la máxima prioridad)".
Aquel día almorzó con Rajoy, aunque antes se reunió con Acebes. El adelanto ofrecido por Planeta salta hasta el día 13 de abril, un mes después, el día en que abandona la Moncloa. Su diario recoge una reunión con Zapatero:
"No sé qué interés tenía en la entrevista. Le hago alguna consideración sobre personas: Ara, Carnero, Arias y otros. Le hablo del CNI, de terrorismo, de seguridad, de Irak, de la Guardia Civil. Es de suponer que no me haga caso", dice su diario.
Ese mismo día saludó a "Paco González, del BBVA" que "viene a darme un abrazo y se lo agradezco". También tiene anotada una entrevista con la Fox, "que da aún más juego que la de The Times" y añade que "sigo sin leer la prensa española".
En ese apunte del día 13, Aznar cuenta que acude a recoger los enseres de Quintos de Mora y añade que "echaré de menos la casa del campo. He sido feliz aquí. Todo el personal espera y comemos juntos unos huevos con migas que Nati, el jefe de guardas, ha preparado. Buenas personas".
La investidura de Zapatero
Sus consideraciones sobre el discurso de investidura de Zapatero también destacan, al señalar que se trataba de un discurso "en un tono de Zapatero del que ya se ve el fondo: diálogo, más diálogo, sólo diálogo, frente a mi prepotencia y autoritarismo. Abre todos los problemas sin cerrar ninguno: reforma constitucional, reforma de los Estatutos, retroceso antiterrorista. Actitud clara de intentar aislar al PP: el todos contra el PP. De economía no habla; matrimonio homosexual, igualdad, etc. Vuelco exterior. No se cita la retirada de las tropas de Irak".
A continuación dice que "a muchos gustará este discurso, que denota la ausencia de programa y de proyecto; aquí no importa lo que se piense, sino el talante. Esta es la nueva majadería de lo progre correcto. Rajoy hace un buen discurso". Una vez completada la investidura, Aznar reflexiona:
"Zapatero es presidente de Gobierno con el apoyo de comunistas e independentistas, para afrontar una política:
- que va a revisar el consenso antiterrorista,
- que va a la reforma institucional,
- que va a congelar la de educación,
- que va a anular el Plan Hidrológico nacional,
- que va a cambiar la política exterior y que amenaza la economía
el peor escenario posible"
Su último apunte en el adelanto: "El Rey me llama a dar un abrazo".