Unión Progreso y Democracia se revolvió contra el nuevo Poder Judicial en el Congreso al tiempo que anunció otra batalla "judicial" en el Tribunal Supremo. "¿Cuál es su coartada para no cumplir el programa?", le espetó en dos ocasiones Rosa Díez al presidente, que justificó el reparto de cargos en el histórico consenso alcanzado.
Tal fue el acuerdo que el 93% del Parlamento respaldó el nuevo Consejo General del Poder Judicial, y así se lo echó en cara Mariano Rajoy a Díez. "Sea más modesta", le dijo en varias ocasiones. "Debería de dejar a los miembros de esta Cámara, ser más modesta y ver si la que está equivocada es usted", le reprochó.
Fue, una vez más, un tenso intercambio de opiniones. La líder de UPyD habló de "obscenidad" y de un ataque al espíritu y la letra de la Carta Magna. "Se burlan de la Constitución", dijo sin medias tintas. En su opinión, el "control" del CGPJ ayuda al "círculo de la impunidad" en el que el poder político logra esquivar la Justicia. "¿Tendrá que ver con la corrupción institucionalizada?", tiró de ironía.
Rajoy le replicó con la independencia judicial: "Debería saber usted lo que es, emana del pueblo", afirmó visiblemente molesto. "A la altura de su vida debería saberlo", continuó no sin poner encima de la mesa la "gran mayoría" parlamentaria que permitió la renovación. "Debería conocer cuál es la situación exacta de los vocales que no están vinculados al órgano proponente", amén de que su plazo de en el sillón es de cinco años y tiene un calendario distinto al político.
Ante la acusación de ir en contra del texto de 1978, Rajoy instó a Díez "a que lea e interprete bien las leyes" y se acogió a las sentencias del Tribunal Constitucional según las cuales cualquiera de los procedimientos vigentes -el Gobierno apostó por el mixto- "se ajusta al texto constitucional".
Desde el principio, UPyD se negó a participar en la elección del CGPJ y recriminó al Grupo Popular que no cumpliera su programa, según el cuál se cambiaría el sistema en aras de la independencia judicial. Sin embargo, un pacto entre Rajoy y Alfredo Pérez Rubalcaba, al que después se sumaron la mayoría de grupos, hizo que nada cambiara. "Para llegar a acuerdo hay que ceder", dijo entonces el presidente.
"Vamos a dar la batalla política y judicialmente contra la elección politizada del CGPJ", afirmó Díez ante esta circunstancia. Por ello, acudirá este miércoles al Tribunal Supremo para impugnar la elección tanto de los vocales como del presidente del órgano, Carlos Lesmes, que lo es también del TS.