El presidente pretende convertir la prometida bajada de impuestos en eje central de su discurso del domingo. Así lo avanzó en una charla informal con los jóvenes del PP, en la que no le hicieron ninguna pregunta incómoda adaptándose al guión oficial: Unión Europa y economía. De impuestos "hablaré mañana", dijo, en relación a su intervención de clausura. Si bien, ya ofreció un titular con el que dar de comer a los periodistas: "A partir del año que viene, ya comenzará una serie de bajadas sucesivas de impuestos".
La reducción del IRPF será la clave de la nueva reforma, que será "importante" en palabras de Mariano Rajoy. Comenzará en 2015 y se llevará a cabo "a lo largo de varios años", puntualizó. Pocos minutos antes, Cristóbal Montoro volvió a reiterar que el nuevo paquete de medidas -previsto para este mes de febrero- no incluirá una nueva subida del IVA: "Se va a quedar donde está", dijo, para a renglón seguido proclamar que el Gobierno "va a hacer lo que sabe hacer, bajar los impuestos".
Tanto Rajoy como Montoro no dudaron en relacionar la subida de impuestos con la herencia socialista. En caso de no haber tomado esa decisión, suelen decir, España se habría visto abocada a un rescate total. "La situación que nos encontramos nos obligó a tomar decisiones", incidió el jefe del Ejecutivo, que prometió "seguir controlando las cuentas públicas, haciendo reformas y dar la batalla europea".
La reforma fiscal se abordará después de que concluya sus trabajos en las próximas semanas el comité de expertos creado por el Gobierno para preparar un borrador que deberá ser analizado después por el Ejecutivo.