Juan Manuel Moreno llega pisando fuerte. Posado el dedo divino sobre él, se declaró "absolutamente capaz" de liderar el partido en Andalucía e intentar darle la vuelta a las encuestas en un escenario de hipotético adelanto electoral. "Mi compromiso es de presente y de futuro", afirmó antes de dar lectura de los componentes de su nuevo núcleo duro, muy vinculado a Javier Arenas.
Cerca de las ocho y media de la tarde se conoció el resultado de la votación. Moreno, el único candidato tras el respaldo explícito de Mariano Rajoy, se convirtió en nuevo presidente con el 98,54 por ciento de los votos. Logró 1.416 votos a favor, ninguno en contra y 21 votos en blanco, según anunció la presidenta de la Mesa del Congreso, Carmen Crespo. La abstención fue superior al 7%: de los 1564 compromisarios censados votaron 1447.
El nuevo organigrama
El nuevo líder aparta a José Luis Sanz de la secretaría general. Sanz, con cara de circunstancia, se puso a disposición del partido como "militante raso". Su sustituta se llama Loles López, de Valverde del Camino (Huelva). Muy próxima a la ministra Fátima Báñez y, por supuesto, a Arenas. La vicesecretaria general será la sevillana Virginia Pérez. Por su parte, el PP de Málaga irrumpe de forma notable con la designación de Elías Bendodo -es el presidente provincial- como portavoz a nivel autonómico.
El Comité Ejecutivo estará integrado por:
- Patricia Navarro -quien fuera jefa de gabinete de Arenas-, vicesecretaria de Organización y Electoral.
- Ana Mestre, vicesecretaria de Política Municipal.
- José Enrique Fernández de Moya, vicesecretario de Economía y Desarrollo Rural.
- Patricia del Pozo, vicesecretaria de Política Institucional, Estudios y Programas.
- Ana Vanesa García, vicesecretaria de Política Social e Igualdad.
- David Toscano, vicesecretario de Acción Política.
- Miguel Ángel Torrico, vicesecretario de Empleo, Formación y Nuevas Tecnologías.
- José Jesús Gázquez, vicesecretario de Universidad y Educación.
- Elías Bendodo, portavoz del PP andaluz.
"Estoy aquí porque quiero, libre y voluntariamente. Sin presiones. Creo en mi tierra y creo en mi gente y unidos podemos cambiar Andalucía", proclamó en un discurso en el que Moreno recordó su ya extensa vida en el Partido Popular. Fue entonces cuando fue haciendo una catarata de menciones sin olvidarse de Soraya Sáenz de Santamaría o Juan Ignacio Zoido. Capítulo especial le dedicó a Arenas, su padrino político y que ahora renueva su influencia: "Todos soñamos contigo y logramos ser la fuerza más votada. Gracias por llevar a nuestro partido a la victoria electoral en Andalucía", le dijo, recibiendo una sonora ovación.
Una mención a Arenas que evidenció, más si cabe, que nada dijera de María Dolores de Cospedal, tras semanas de tensión interna que sólo horas antes intentaron rebajar con una pretendida fotografía de unidad. En conversación informal, el propio Moreno aseguró que había citado a sus "jefes directos" y que de su discurso no se podían sacar segundas lecturas.
"Que nada te desoriente"
"Querido Juan Manuel, nada nos tiene que desorientar. Que nada te desoriente de tu principal objetivo, ni lo que ha pasado, ni lo que pase, ni lo que pasará", le dijo Cospedal por la mañana. "En tus manos está en el cambio que quiere Andalucía", le ofreció como el elogio más encendido. También le puso deberes, más a tenor del del batacazo que sugieren las encuestas.
Cospedal, que retrasó durante días el anuncio de que estaría en el congreso, ofreció a Moreno una foto, pero la sensación que cundía en el cónclave es que queda mucho para la reconciliación. De hecho, tras tomar la palabra, casi cuando aún no habían concluido los aplausos, ya abandonaba el edificio.
Apenas estuvo en Sevilla una hora. Llegó la última y se fue la primera. Y las heridas se hicieron patentes aunque desde fuentes próximas a Cospedal se quiso poner el acento en la instantánea de unidad. Ni tan siquiera se refirió de forma expresa a Arenas. "Hay que seguir trabajando para consolidar esos resultados y mejorarlos; para ganar y para gobernar", fue lo más que dijo de su herencia. Pero el otrora barón autonómico parecía más fuerte que nunca en su tierra. "Estoy muy contento", repetía sin cesar como si también él hubiera ganado.