El debut editorial del presidente de Ciutadans, Albert Rivera, se ha puesto de largo este jueves en Madrid. Ana Rosa Quintana ha sido la maestra de ceremonias de un acto que ha congregado a medio millar de personas en el Círculo de Bellas Artes. Con cierto retraso sobre el horario previsto y más de un problema técnico (Rivera ha llegado a emplear hasta tres micrófonos, sin que ninguno funcionase satisfactoriamente) la popular presentadora se ha deshecho en elogios hacia Rivera, colaborador de su programa: "Es un político que opina de todo, sin escurrir el bulto como la mayoría" y le ha presentado como el líder que puede encabezar un cambio porque, a su juicio "muchas cosas han envejecido desde la transición".
El diálogo con Rivera ha comenzado con una pregunta sobre su ideología, a lo que el autor de Juntos Podemos (Espasa) ha contestado "progresista, demócrata y constitucionalista" y ha añadido un lamento sobre la España que "mira al pasado" en referencia a quienes quieren remover el franquismo como argumento político.
Entrando en la harina política, Rivera ha criticado al PP -"los que iban a defender a la clase media le han subido los impuestos"- y al PSOE -"los que defendían la igualdad le dieron 2.500 euros de cheque bebé a quien le hacía mucha falta y a quien no le hacía ninguna"
Sobre la situación en Cataluña, donde Ciutadans es, ha presumido, "la tercera fuerza política en intención de voto", Rivera ha adquirido un compromiso claro en la capital de España: "Si a Artur Mas y a Oriol Junqueras les falta un solo escaño para gobernar habrá que plantear una alternativa a su desafío secesionista".
El inglés
La educación, como corresponde a cualquier agenda regeneradora, ha ocupado buena parte del coloquio, centrada principalmente en el inglés, que Rivera ha dicho dominar a una pregunta directa de Ana Rosa Quintana. La presentadora también le ha interrogado por si corre el riesgo de corromperse como otros políticos, a lo que Rivera ha contestado tajante que "sí, no pongo la mano en el fuego ni por mí; pero tengo una cosa muy clara: si fallo no os fallaré a vosotros, sino a mí mismo, a lo que soy y a lo que pienso". Abundando en ello, Rivera ha dicho que muchos de sus colegas olvidan que quien manda es quien paga, es decir: los ciudadanos. Y eso lo debería entender también la Corona: "Una institución que ha funcionado durante mucho tiempo, pero que ahora está en entredicho" para la que Rivera ve un futuro asegurado en el Príncipe. "Puede que termine habiendo felipistas como hubo juancarlistas", dijo tras relatar un largo encuentro con el heredero "un hombre muy preparado y consciente de los problemas económicos e institucionales de España".
"Las víctimas son lo mejor de España"
En el turno de preguntas una de las cuestiones que ha salido a relucir ha sido la de las víctimas del terrorismo: "Son lo mejor de este país". Rivera ha recordado cómo vivió, cerca de la mayoría de edad, el asesinato manos de ETA de Miguel Ángel Blanco, "un concejal de pueblo que ni siquiera cobraba, yo creo que mi vocación política empezó esos días".
La crisis económica también ha estado presente, aspecto en el que ha salido a relucir el pasado del líder de Ciutadans como empleado de una entidad financiera: "Yo digo sin tapujos en el libro que las preferentes nunca se debían haber comercializado en la banca minorista y que el sistema hipotecario ha vivido una connivencia perversa entre quienes tasaban los pisos y quienes los vendían" y ha añadido: "que a nadie se le olvide que las Cajas las gestionaron políticos".
La presentación ha contado con numerosas ovaciones y peticiones a gritos de que Rivera se presente a las elecciones generales, un entusiasmo que el impulsor de Movimiento Ciudadano ha querido enfriar aunque abriendo la puerta a esa posibilidad "si los grandes partidos no son capaces de hacer las reformas que nosotros propugnamos".