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El Barça en Champions, a favor de la consulta

La directiva muestra su complicidad con el proceso y proporciona toda clase de facilidades para el uso político de sus instalaciones.

El F.C.Barcelona es uno de los grandes escaparates del separatismo, el vehículo perfecto para iniciativas tan pintorescas como la de gritar Independència! en el minuto 17 y 14 segundos de cada partido, silbar al Rey en las finales de la Copa o atravesar el Camp Nou con la cadena humana del pasado 11 de septiembre. La última idea para asociar la imagen del club azulgrana con el proceso separatista liderado por Mas tendrá como escenario el partido de Champions que esta noche enfrenta al equipo local con el Manchester City.

La "Assemblea Nacional Catalana", el aparato civil que organiza las exhibiciones callejeras, ha anunciado que repartirará dos mil dípticos entre los seguidores ingleses para lograr adeptos a la causa del Estado catalán y el "derecho a decidir" más allá de las fronteras españolas. "Do you enjoy watching Barça?" (Quieres disfrutar viendo al Barça), es el título más destacado del panfleto con el que se pretende vender que el club representa a un país que quiere decidir su futuro, que la Constitución española es un obstáculo político contra la democracia y que Cataluña perdió sus libertades en 1714, la retórica habitual de Mas y Junqueras. Contiene una breve explicación de las opciones de la consulta propuesta por el bloque soberanista, alusiones a Escocia, Mandela, Luther King y Ghandi, referentes e inspiradores de la lucha de "toda Cataluña, que quiere decidir como cualquier otra nación del mundo su futuro libremente", afirma el texto.

El díptico, que se repartirá a las puertas del estadio, incluye una fotografía de la cadena humana y otra de la grada del Camp Nou con un mosaico de cartulinas con la leyenda "Freedom for Catalonia", el lema que comenzara a utilizarse en los Juegos del 92. La "Assemblea" utiliza también la bandera del club y la estelada para ilustrar su propaganda, en lo que es una fusión cada vez más habitual en cualquier actividad del F.C. Barcelona, cuya directiva participa en todos los órganos, foros, pactos y consejos montados por Convergència y ERC en torno al "derecho a decicir".

La cesión de las instalaciones para la cadena humana, así como para actos reivindicativos del nacionalismo es una constante en la historia del club casi desde los tiempos de Josep Lluís Núñez. La tendencia se consolidó en la era de Laporta y se ha mantenido intacta durante el mandato de Rosell. Su reciente sustituto, Josep Maria Bartomeu, no tiene intención de modificar esa política de identificación de los colores azulgranas con el nacionalismo. El club está al servicio activo de la causa y lo demuestra siempre que tiene ocasión.

Ahora, en un momento deportivo bajo pero con las opciones intactas en Europa, el soberanismo utiliza al equipo como plataforma experimental para la "internacionalización del conflicto" así como para reactivar a las propias bases del separatismo, que comienzan a mostrar signos de fatiga y desmovilización tras dos años de brega casi constante. La última polémica política en torno al Barça fue la protagonizada por el secretario de Estado y presidente del Consejo Superior de Deportes, Miguel Cardenal, quien defendió en un artículo al club como uno de los referentes de la "marca España" y criticó la investigación de la Audiencia Nacional sobre un presunto delito fiscal cometido en la contratación de Neymar.

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