El Gobierno cree que el "no" abrumador del Congreso de los Diputados es lo suficientemente trascendental para que Artur Mas "manifieste su posición". "Es importante que la clarifique de cara a abordar cualquier diálogo", afirmó Soraya Sáenz de Santamaría al término del Consejo de Ministros.
Primero, Mas debe informar hacia dónde va y, después, el Ejecutivo moverá ficha. Si rectifica, habrá negociación, pero no en caso contrario. Así, preguntada por la posibilidad de un encuentro del líder catalán con Mariano Rajoy, la vicepresidenta replicó que ya había "un día y una hora señalados para hablar: el ocho de abril, de 4 de la tarde a 11 de la noche", en relación al pleno extraordinario sobre el órdago separatista. "Ese hubiera sido el momento en el que Mas debiera haber comparecido", destacó, dejando claro que el escenario de la reunión de momento no se contempla.
Las elecciones, según la Constitución
Además, Sáenz de Santamaría exigió a Mas que no tergiverse, después de que éste dijera que si no hay consulta convertirá las elecciones en un referéndum. "Las elecciones son lo que son", zanjó la portavoz del gabinete. Esto es, "la elección de los representantes políticos" como "lo establecen la Constitución y los Estatutos de Autonomía". Y remató asegurando por varias veces: "El referéndum es ilegal".
Una semana más Cataluña centró la ronda de preguntas en la comparecencia posterior a la reunión del Ejecutivo. Pero la vicepresidenta no se movió de las tesis ya esgrimidas en semanas anteriores, más allá de para pedirle a Mas que no enrede más la situación y diga cuál es su hoja de ruta tras el portazo del Congreso. Sobre la vía de la reforma de la Carta Magna, destacó que esa puerta sí está abierta, pero que Rajoy no dará el paso si no existe un consenso mínimo. "Indudablemente se puede reformar. Mas lo sabe y se le recordó", contestó, pero no habrá acuerdo sin un acuerdo amplio.
Por si a alguien se le olvidaba, Sáenz de Santamaría volvió a recordar lo mucho que ha hecho el Estado para que Cataluña caiga en la banca rota. "Somos el Gobierno de todos los españoles", suele decir. Así, se refirió a las ayudas para "hacer frente a su deuda comercial" o "para superar el cierre de los mercados". "Estamos abierto al diálogo", remató, en relación a estas cuestiones, pero no a la consulta.