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Enfado en el PSOE: "Quieren dejarle en bandeja el Congreso a Susana Díaz"

Cabreo de los aspirantes y temor a "unas falsas primarias" y a que "el PSOE se vuelva a cerrar". "Si gana el Congreso, luego no convoca".

No está el PSOE para más duelos que el de la derrota electoral. Y aún así, los habrá. Pero el foco de actualidad en el PSOE ha cambiado. Las primarias de octubre/noviembre ya son una incógnita, y la fecha, incluso su celebración, dependerá de lo que diga la nueva dirección Ejecutiva Federal que salga del Congreso extraordinario del mes de julio. Las circunstancias han cambiado y podríamos asistir nuevamente a "un proceso tutelado" en el PSOE que echaría por tierra las campañas de los aspirantes a liderar.

"No es lo mismo", era el mensaje del PSOE. Y efectivamente no lo es. No es lo mismo Congreso Extraordinario que primarias abiertas. En el primero, manda la dirección, el aparato y los aparatos regionales; y en las segundas, la militancia, abierta también a los simpatizantes del partido. En el primer caso, el partido se cierra; y en el segundo, la sorpresa está garantizada.

Tan es así que el cabreo de los aspirantes oficiosos, Eduardo Madina y Carmen Chacón es monumental, pues les perjudica enormemente la convocatoria de un Congreso que ya perdió Chacón frente a Alfredo Pérez Rubalcaba en Sevilla en febrero de 2012. En el caso de diputado vasco, sus posibilidades, sin aparato ni federación que le preste apoyo, se reducen notablemente. Ni que decir tiene en el caso del cuarto aspirante, Pedro Sánchez, a quien nadie, por ahora, toma en serio.

Distinto es el caso de Patxi López, el pupilo de aventajado de Rubalcaba, el candidato que más mitines ha protagonizado en campaña, el que, según muchos, era –y se remarca el pasado-, el candidato del aparato. Al ex lehendakari le beneficia un congreso extraordinario frente a sus dos contrincantes porque él sí tendría posibilidad de mover desde Ferraz "algunas voluntades" de delegados y contar, en cierta medida, con el apoyo de Rubalcaba. Su lastre son, sin embargo, sus pésimos resultados electorales, 14 puntos menos que en las elecciones de 2009.

Pero en las últimas horas, surge de nuevo un nombre clave, el de la baronesa Susana Díaz. "Quieren dejarle en bandeja el Congreso a Susana", "es un puto parche", denuncian los afectados ante la evidente operación. La presidenta andaluza que en su día anunció el apoyó a Carmen Chacón en el 38 Congreso del PSOE ahora juega sola… y manda. Es la que manda.

Fue ella quien permitió el éxito de Rubalcaba en la Conferencia Política, quien le apoyó para rechazar el adelanto de las primarias antes de las europeas, como pedían Tomás Gómez y Emiliano García Page. Pero esta vez, ha dicho "hasta aquí". Todo apunta a que "Susana ayer le dijo a Rubalcaba que estaba muerto". En otras palabras, que la decisión que Rubalcaba defiende como "mía y sólo mía", fue compartida con Susana Díaz con quien habló tras la debacle del 25-M, según fuentes de Ferraz.

El cabreo de los protocandidatos radica en que la decisión de Susana manda el mensaje al votante de que "el PSOE se vuelve a cerrar, en lugar de abrirse. Otra vez aparato; otra vez blindaje; y otra vez, falsas primarias". Porque lo que temen es que la intención de Susana Díaz es que "si gana el Congreso, no convoque primarias" porque "la decisión ya no es de Alfredo, sería de quien venga".

Se cumple así la frase de un exdirigente de Ferraz, 70: "Olvidaos de los cuatro porque no va a ser ninguno". Será difícil que Chacón, Patxi, Madina y Pedro Sánchez se atrevan a disputarle el poder a la presidenta de la federación más numerosa y potente, que controla el 25% de un PSOE desolado y necesitado de líderes.

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