La reportera de CNN Christiane Amanpour quiso ilustrar los retos a los que se enfrenta el nuevo rey de España con una entrevista con el "líder catalán" Artur Más, al que la periodista llama "Arturo Mas" al inicio de su conversación.
Mas responde a las preguntas en un correcto inglés desde una azotea en Madrid, con una pequeña bandera de España a su espalda y mostrando cierto desconcierto en algunos momentos, probablemente no acostumbrado a un tipo de entrevista que sin ser en absoluto agresiva tampoco era complaciente.
La conversación se inicia hablando de Felipe VI y de sus posibilidades de "mediar en el conflicto entre Cataluña y España" tal y como dice el propio Artur Mas. El de CiU también especula sobre los dos "escenarios" posibles tras la convocatoria del referéndum en octubre: que el Gobierno lo permita, que sería "el mejor escenario" y que lo impida a través del Tribunal Constitucional, que sería el peor.
Ni la mitad de Cataluña
Sin embargo, el primer momento sorprendente de la entrevista llega cuando la periodista le dice que ha leído que la mayoría en Cataluña es favorable al referéndum, pero que ni la mitad es partidaria de la independencia, a lo que Mas responde que "eso es cierto", para después asegurar que "es imposible saber cuál es la mayoría por la independencia en Cataluña sin hacer el referéndum" y que la llamada a las urnas es necesaria "exactamente para eso, para saber cómo de amplia es la mayoría por la independencia en Cataluña".
La periodista de CNN también pregunta a Mas sobre el peligro que puede tener redibujar fronteras en la vieja Europa y en ese momento lo único que acierta a hacer Mas es recurrir a los tópicos históricos repetidos por el nacionalismo: "Cataluña nace hace 1.000 años", un tiempo en el que "hemos tenido un montón de problemas y obstáculos que siempre hemos superado". Según Mas, tras esos mil años es "el momento adecuado" para el referéndum "porque tenemos la mayoría social y el consenso político".
Finalmente, las dos últimas preguntas de la corta entrevista –unos siete minutos- son las que dejan a Mas más desconcertado, y eso que ambas son muy sencillas y hasta previsibles. La primera es por qué desea la independencia y qué va a ganar Cataluña con ello. El presidente catalán no logra dar una respuesta coherente más allá de afirmar que "lo que sabemos es que hay una amplia mayoría por el referéndum, por decidir nuestro futuro político nosotros mismos".
La segunda, por su parte, es cuál es el objetivo de Mas con el referéndum, a lo que el presidente sólo acierta a decir que él "como ciudadano" va a votar que sí, pero "como presidente" tiene el "compromiso" de que "se celebre el referéndum".