Cebrián le toma hoy el relevo a Antonio Caño para atacar al Rey. Si el pasado viernes dedicaron el periódico a poner a caldo a Felipe VI por no acatar sus órdenes en cuanto al discurso que tenía que leer -"Se le había pedido utilizar todas las lenguas que se hablan en España"- hoy Juan Luis Cebrián le espeta al nuevo Rey, en un agresivo artículo titulado "El rey no gobierna, pero reina", que "no es un muñeco ni un robot del Estado y que sus actos, tanto como sus omisiones, comprometen a este".
El jefe de Prisa continúa criticando el discurso de proclamación. "Es de lamentar que en su primera intervención como monarca, cuando se está anunciando un acercamiento de la Corona a los ciudadanos, se limitara a hacer un discurso políticamente correcto en el que las palabras que mejor indican las preocupaciones de estos, corrupción y paro, no fueron ni siquiera pronunciadas". Aunque el Rey sí que dijo literalmente que había que "ganar la batalla por la creación de empleo, que constituye hoy la principal preocupación de los españoles". Parece que Cebrián tiene algunas dificultades en comprensión lectora.
También echó Cebrián terriblemente de menos que se refiriera a "la disposición de nuestro país a trabajar por la paz" y le supieron a poco las referencia a la mujer. "Podía haber hecho un discurso para la Historia y no haberse limitado a rellenar un formulario de buenas intenciones. Estoy seguro de que así habría sido si, además de tener presente que el rey no gobierna, alguien le hubiera hecho notar que, cuando menos, reina".
Nostálgico de otros tiempos, dice que "en las democracias modernas las Monarquías parlamentarias solo tienen sentido si son útiles a la convivencia política. Esta es una reflexión que tuve muchas veces oportunidad de escuchar al propio don Juan Carlos que, en su caso, se esforzó como nadie para que sus actos fueran coherentes con sus pensamientos". Felipe VI "tiene que demostrar su utilidad" y "no le será fácil conseguirlo si continúan creciendo los sectarismo que pretende identificar a la Corona con el programa político de la derecha y a la República con el ensueño utópico de la izquierda".
Concluye ordenándole al nuevo Rey lo que tiene que hacer con el problema de Cataluña. "Estamos ante un problema institucional que demanda repuestas institucionales. Exactamente lo que expresó Artur Mas tras la proclamación del Rey cuando dijo esperar alguna iniciativa de este al respecto. Ojalá el príncipe de Girona se muestre sensible a la sugerencia. Y demuestre la utilidad de un rey que no gobierna, pero reina". Esta claro que Prisa tiene toda la intención de hacerle la vida imposible al nuevo monarca si no se pliega a sus deseos.