Cuatro escuelas concertadas afectadas -del total de cinco, una pública- por la obligación de impartir el 25% del horario lectivo en castellano dictada por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), a petición de cinco familias que pedían educación bilingüe, han asegurado haber cumplido el mandato judicial y han aplicado el porcentaje en la última semana del curso, que finalizó el 20 de junio, con varias actividades.
En declaraciones a Europa Press, el secretario general adjunto de la Fundació Escola Cristiana de Catalunya, Carles Armengol, ha avanzado que la próxima semana enviará al TSJC un informe para demostrar el tiempo lectivo que realizaron en castellano como lengua de aprendizaje, el cual "se habrá movido en un 25%".
Ha recordado que han intentado que el conjunto de actividades realizadas alcanzara el 25%, y ha explicado que no han podido impartir en castellano una materia entera no lingüística -como Matemáticas o Ciencias-, lo que equivaldría al citado porcentaje, porque normalmente en la última semana de curso no hay clases normales, sino que se hacen exámenes, repaso y salidas, entre otros.
La Consejería de Enseñanza trasladó unas instrucciones a los cinco centros para que potenciaran el castellano a partir del 16 de junio -cuando vencía el plazo para cumplir las resoluciones-, a través de impartir en castellano un "proyecto o actividad" en materias no lingüísticas, si bien la consejera Irene Rigau en la instrucciones no precisó porcentajes, ni aclaró en qué porcentaje lo debían hacer.
Incertidumbre para septiembre
Armengol ha precisado que aún desconocen cómo afrontarán esta obligación legal a partir de septiembre, puesto que no se han reunido con la consejera, con quien aún "no está programado el encuentro", pese a que han hecho la petición de reunión y existe el acuerdo de que se verían.
Ha explicado que el 25% se ha implementado con actividades en castellano adaptadas a "las características de cada curso", si bien en uno de los casos no lo cumplieron porque coincidía con período de exámenes, y sólo hacían clase los que tenían alguna asignatura suspendida, lo que no era el caso del alumno que pedía escolarización en castellano, con lo que éste no hizo clase ni en castellano ni en catalán.
Problemas de conviviencia
El representante de las escuelas concertadas ha dicho que están tranquilos con la afectación técnica o práctica de los autos del TSJC de cara al próximo curso porque "los centros no tienen dificultad en hacer una materia en castellano", ya que tiene recursos para hacerlo.
Sin embargo, sí que ha afirmado que puede ser un "problema" hacer convivir la decisión del TSJC con la comunidad educativa de los centros, puesto que hay padres que defienden mantener la inmersión de acuerdo con el proyecto educativo del centro que escogieron para educar a sus hijos.