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Alberto Garzón, sobre Felipe VI: "Legalmente es el Rey, pero la legitimidad no se la doy"

El nuevo hombre fuerte de Izquierda Unida expone su ideario revolucionario en una amplia entrevista en El Mundo en la que dice no reconocer al Rey.

Alberto Garzón se ha situado como hombre fuerte de IU y número dos de Cayo Lara, en un movimiento que se interpreta como un intento de acercarse a Podemos, si bien el diputado por Málaga lo explica en una entrevista en El Mundo de una forma un tanto más alambicada: "A mí se me ha encomendado crear una especie de frente amplio, de bloque social histórico, que permita confluir a todas las fuerzas que estén por la labor de transformar la sociedad". Un Frente Popular que "incluye a Podemos, pero también a otras fuerzas".

El político comunista admite semejanzas con el partido de Pablo Iglesias, pero también que "hay muchas diferencias" que no impiden "tejer proyectos compartidos y convergentes". Admite que ambas formaciones, "queremos superar el sistema político del 78 y afrontamos una nueva forma de entender la democracia y la economía".

Políticamente, Garzón se autodefine en varias respuestas, en la primera dice que es "socialista y republicano" y que identifica "en el capitalismo la causa de los mayores problemas de esta sociedad". En otro momento de la entrevista profundiza en sus convicciones republicanas: "Yo no reconozco a Felipe VI como Rey. Legalmente es el Rey, pero la legitimidad no se la doy", asegura para más adelante rematar: "Para mí no es el Rey, sino el ciudadano Borbón".

"Me da igual las siglas"

En su ideario político, por llamarlo de alguna forma, se encuentra también la pulsión revolucionaria, para la que no se va a parar en aspectos como un quítame allá esas siglas: "Lo importante son los programas y los proyectos, no las siglas. Quiero hacer la revolución y me da igual las siglas con las se haga".

Una revolución que al menos se inicia con un cambio constitucional, porque "la Constitución del 78 refleja una sociedad que ya no existe y hay que modificarla prácticamente entera". Por supuesto, el principal problema de esa Constitución es que cuando se hizo "el franquismo ganó la batalla" de la transición, que "no fue un proceso democrático ni rupturista con la dictadura y, en ese sentido, fue un fracaso".

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