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Madina no hará una 'chaconada': abandonará todos sus cargos salvo el escaño

Prometió "no dar la lata" y cumplirá. Se quedará como diputado raso el resto de legislatura, pero dejará la dirección del Congreso.

Hace meses, mucho antes de las europeas, con el foco puesto en las primarias de noviembre, y sin saber que habría un congreso extraordinario en el mes de Julio en el que Rubalcaba cedería el testigo antes de tiempo, el aspirante Eduardo Madina ya lo advirtió: "No daré la lata".

Estaba articulando su equipo, configurando un proyecto de renovación del PSOE a todos los niveles y recabando opiniones de aduladores y convencidos que le animaban a abandonar las dudas y dar un paso adelante. Dudas que le acompañaron en todo el camino de una carrera que, en su recta final, se tornaron en nervios, habida cuenta de las maniobras de un aparato nuevo con el que no contaba, el de Susana Díaz, y que le llevó a subestimar a su contrincante: Pedro Sánchez, hoy nuevo líder del PSOE.

Eduardo Madina pasó anoche de la tristeza al cabreo, y de ahí al alivio. Y su futuro político no es una sorpresa para nadie, ni en su equipo ni fuera de él. "Abandonará la política", dicen unos. "Dejará todos sus cargos, menos el escaño, por respeto a los bilbaínos", adelanta su entorno. Pero en lo que todos coinciden es en que "no aceptará entrar en la Ejecutiva de Pedro" y que, por lo tanto, abandonará en julio su puesto de secretario general de los socialistas en el Congreso de los Diputados".

"No voy a hacer una chaconada", llegó a decir él hace meses en referencia a la 'oposición desde dentro' de la socialista catalana una vez derrotada en el 38 Congreso de Sevilla. Eduardo Madina no sólo tiene ganas de irse sino que hasta los más deslenguados detractores rumoreando con que "se dice que quiere irse dos años a Sudamérica a escribir un libro".

Sería verosímil porque este domingo el aspirante vasco, a quien la militancia debe haber podido votar en el Congreso a su Secretario General a través de una consulta, ya empezó a irse. "No va a dar ninguna entrevista", advirtió su equipo. No hizo declaraciones. Abandonó con premura Ferraz hacia el bar de enfrente, 'El Verde', referencia de los socialistas y donde se le vio "más humano que nunca". Cariñoso con su equipo, que estaba mucho más triste que él.

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